La economía paraguaya registró un repunte en el tercer trimestre del año, pero sigue con resultado negativo si se tiene en cuenta el desempeño acumulado entre enero y setiembre.
De acuerdo con el informe de Cuentas Nacionales Trimestrales presentado ayer por el Banco Central del Paraguay (BCP), el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento interanual de 2,8% en el tercer trimestre de 2022. El documento fue presentado por el jefe de la División Indicadores de Corto Plazo, Darío Ruiz Díaz; y el economista jefe de la banca matriz, Miguel Mora.
El reporte da cuenta que, desde el enfoque de la oferta, incidieron en esta recuperación el buen comportamiento que tuvieron sectores como la generación de energía, con una variación del 14,8%; la agricultura, 12,7%; y la manufactura, 3,7%, entre otros.
No obstante, atenuó este repunte el resultado negativo de la construcción, influenciado por el mayor número de días laborales con lluvias (principalmente setiembre) y por el plan de convergencia fiscal que hizo decrecer la inversión en obras públicas.
Desde la perspectiva del gasto, los componentes con incidencias positivas han sido el consumo privado y la formación bruta de capital. Por el otro lado, las exportaciones netas y el consumo del gobierno han incidido de forma negativa.
Pese a estos números alentadores de cara al cierre del año, la economía nacional sigue registrando una caída del 0,6% en el acumulado, considerando los cierres en negativo de los anteriores dos trimestres (ver la infografía).
Según Ruiz Díaz, el cierre del tercer trimestre refleja que la actividad interna se recuperó de forma importante, tras verse duramente afectado por los impactos de la sequía entre enero y junio.
RECUPERACIÓN. Estos datos presentados ayer por el BCP van confirmando las estimaciones de cierre de año lanzadas la semana pasada por el titular de la institución José Cantero, durante el evento denominado “Evaluación 2022 y perspectivas 2023”.
De acuerdo con esta presentación, el PIB paraguayo terminaría este 2022 con un crecimiento del 0,2%, lo que se considera como una especie de empate técnico, debido principalmente a la sequía que golpeó al campo y a los efectos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania en las cadenas logísticas y el combustible.
Para el 2023, sin embargo, el escenario mejoraría sustancialmente.
Luego de una magra expansión en este año, el PIB pasará a crecer en torno a un 4,5% en el 2023. Este resultado estará muy relacionado al fuerte rebote que se prevé en el sector primario, que desde una caída de 9,2% este año crecería a un ritmo de 20% el año que viene.
“El BCP está proyectando para el 2023 un crecimiento del 4,5%, el cual va a estar motorizado principalmente por una recuperación de la agricultura y sus efectos indirectos sobre otros sectores de la economía”, expresó Cantero.
En ese sentido, explicó que puntualmente para el agro se calcula un incremento de 30% el año entrante, siendo el bloque de mejor resultado. También se vaticina un incremento de la ganadería, pero con una dinámica inferior y una expansión en torno al 2%.
Por otro lado, en el sector secundario, la perspectiva es que el segmento de electricidad y agua sea el de mayor rendimiento.