“Es una práctica muy común que los policías y militares adquieran armas y después denuncian como robadas. Esto es una práctica muy común que si se investiga a profundidad pueden aparecer más nombres de otras autoridades... Espero que el Gobierno sea implacable; se debe investigar profundamente”, dijo sobre el caso.
Señaló que podrían tener más sorpresas, ya que hay un informe de la Policía Federal Brasileña que ha llegado al Congreso, y verán lo que dice.
“Yo creo que hay más gente involucrada, porque aparentemente el volumen es mucho mayor”, dijo en relación a las armas que se comercializan de manera ilegal y tienen como destino a las bandas criminales del Brasil.
Proyecto. La señalada propuesta legislativa “De armas de fuego, sus componentes, municiones y sus componentes, accesorios controlados, explosivos, accesorios explosivos, precursores químicos de explosivos, afines de explosivos y artículos pirotécnicos” fue presentada en julio pasado por 22 senadores.
Rojas subrayó que la potencial legislación ofrece una mejor trazabilidad de los propietarios de tiendas de ventas de armas, de manera a evitar prestanombres. También establece requisitos para la portación de armas, certificado médico de aptitud sicofísica, debidamente legalizado por el Ministerio de Salud, y la ausencia de antecedentes policiales vinculados a violencia, crimen organizado, tráfico de drogas, tráfico ilícito de armas y abigeato.