“Tenemos más necesidades de infraestructura para acompañar el crecimiento económico sostenido que venimos teniendo, y al que apuntamos a llegar juntos, entre el sector público y el sector privado. Esto, desde la inversión pública por un lado, y la privada a través de herramientas financieras como las concesiones y las APP”, subrayó.
Advirtió que se necesitan por lo menos esos USD 1.500 millones por año “para ir reduciendo la gran brecha de infraestructura que todavía existe”, que según el Gobierno asciende a USD 24.171 millones solamente al 2030. “Numerosas localidades del interior del país han visto los efectos de contar con caminos de todo tiempo, puentes que acortan distancias, no solo para la producción, sino también para la salud y la educación, y una mejor llegada de energía eléctrica, pero aún falta mucho por hacer”, reconoció el titular de la Cavialpa.
Reflexionó que tradicionalmente se dejó en manos del Estado la responsabilidad de la construcción de infraestructura, su planificación, financiamiento y gestión. “El sector privado se veía como contraparte, como un contratista que entregaba un producto y se desentendía (...). La responsabilidad de la infraestructura es de todos, y especialmente del sector privado, en las áreas que requieren una continuidad que los cambios políticos, por su misma naturaleza, no pueden asegurar”, consideró Sarubbi.