En el 2011 se había decretado la inhibición general de gravar sobre los bienes de Rojas (restricción de vender, transferir o gravar), en un proceso por narcotráfico.
Pese a eso, en los registros aparece que en el 2013 tanto Toma’i como su esposa supuestamente se presentaron ante la escribana Mirna Aldama, quien protocolizó la compraventa.
Leonardo González adquirió el inmueble a favor de otra persona (Valdir Sacomori), pagando G. 600 millones.
En el 2017, Sacomori renunció a sus derechos de la posesión a favor de Leonardo González y este vendió nuevamente la propiedad a Marcial Cabrera, por G. 400 millones. Según la Fiscalía, al momento de la primera venta (2013), Tomás Rojas estaba recluido, por lo que era imposible que comparezca en Fiscalía.
DETENCIÓN. La Fiscalía pide la provisional para que en este lapso comparezca y presente los documentos la escribana, quien tiene orden de detención por su reiterada incomparecencia.