Igualmente, se exige al Gobierno Nacional, municipalidades y gobernaciones que las obras públicas no sean individualizadas y que se coloquen placas de inauguración con una mención dedicada a los ciudadanos, que exprese: “Esta obra fue construida con dinero del pueblo paraguayo”.
Los diputados recordaron a la Vicepresidencia que la Ley 5858 “ordena el retiro de las instituciones públicas de los testimonios de gratitud, homenaje y de cualquier otro orden al dictador Alfredo Stroessner”.
El proyecto fue presentado por las diputadas del Partido Encuentro Nacional (PEN) Kattya González y Norma Camacho, y el diputado Édgar Acosta, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
El proyecto de declaración “exhorta a la Vicepresidencia de la República al cumplimiento de la Ley N° 5858/17 y exige al Gobierno Nacional, municipalidades y gobernaciones desindividualizar toda obra pública y disponer en las placas de inauguración la mención de ‘Esta obra fue construida con dinero del pueblo paraguayo’”, será tratado hoy.
El documento señala que la dictadura fue el inicio de la corrupción pública en el país.
“No podemos obviar tampoco, y es responsabilidad patriótica considerar que la institucionalización de la corrupción a gran escala nace durante aquel periodo, siendo las binacionales de Itaipú y Yacyretá verdaderos monasterios corruptelares, en donde la reverencia cuasi religiosa de los actos de depredación y corrupción formaban parte del cotidiano desarrollo no solo en estas, sino en todas las instituciones paraguayas. Emergía por entonces la razón histórica de nuestro actual letargo y la consolidación de la cultura del latrocinio en el Paraguay”, expresa.
Los legisladores repudiaron que a pesar de todo ello, la Vicepresidencia mantenga una placa que conmemore al dictador.
“En la misma sede de la Vicepresidencia de la República, encontramos con todos los honores dispuestos una placa que conmemora la ‘obra’ del tirano, sin que a lo largo de más de treinta años de transición se haya puesto siquiera atención a toda la carga simbólica que representa esta oda a la ignominia, desplegada con una obscenidad sin igual en una institución de vital importancia como soporte de nuestra democracia”, señala.
Varias instituciones fueron retirando a lo largo de los años estas placas conmemorativas.