Rolón Fernández asumirá en reemplazo de la fiscala general saliente, Sandra Quiñónez, cuya gestión está bajo la lupa ciudadana.
“Ojalá que el nuevo fiscal general sea consciente de la mala situación del Ministerio Público y que no entre simplemente a ser un mantenedor de este sistema corrupto que no ofrece garantía alguna para los ciudadanos paraguayos ni para extranjeros que quieren venir a invertir en el país, que entre paréntesis son normalmente las primeras víctimas”, sostuvo Heisecke.
Agregó que los casos que se conocen no adquieren estado público, porque los mismos involucrados o sea las víctimas tienen miedo de denunciar, debido a que les puede significar un perjuicio mayor a sus casos.

Precisó que si no existe el coraje o patriotismo para cambiar de raíz por parte de las nuevas autoridades, estas instituciones poco o nada podrán hacer para un buen funcionamiento de la justicia.