Juan José Brull
ÑEEMBUCÚ
La defensa costera de Pilar en su fase A ya encuentra en su etapa final. La obra transformará a la capital de Ñeembucú como un destino turístico, igualmente potenciará las inversiones. Según los proyectistas, con esta primera etapa terminada la ciudad ya se encuentra protegida contra la crecida de los ríos.
En esta primera etapa comprende, en su conjunto, diques y protección de talud de la defensa costera; dos estaciones de control con sus compuertas, bombas y generadores propios; estaciones de cierre en los arroyos San Lorenzo y Ñeembucú; mejora y mantenimiento de 13 estaciones existentes; canal de 15 km para control de las aguas excedentes de los arroyos citados.
Asimismo, alcantarillado pluvial de la cuenca de la Terminal, zona Manufactura de Pilar y barrio San Antonio; canalización del Pa’i Zanja; playa sobre el río Paraguay y arroyo Ñeembucú; operación y mantenimiento por tres años de todo el sistema. Todo esto a cargo del Consorcio CTC.
PLANIFICACIÓN. Son tres etapas las contempladas en este proyecto de alto impacto social, ambiental y turístico: la fase A, que está en etapa final; la fase B –en proceso licitatorio– que incluirá más obras de desagüe pluvial y un sistema de alcantarillado sanitario con planta de pretratamiento de efluentes, y la fase C, que es la construcción de la avenida Costanera y parques lineales.
En la fase B no se puede avanzar por problemas burocráticos, las empresas interesadas en construir esta etapa judicializaron la licitación.
Se deben construir obras de desagüe pluvial y canalizaciones del lado norte, y sistemas de alcantarillado sanitario de toda la ciudad con su planta de tratamientos de efluentes.
La fase C proyecta la pavimentación de la avenida Costanera, de 12 km, además de un parque lineal, con iluminación y equipamiento de toda la avenida.
IMPACTO DE LA OBRA. Las características de la ciudad de Pilar enclavada en una zona baja, hacen que se forme una especie de laguna en cada época de crecidas y lluvias abundantes, por los escasos drenajes con que cuenta, por lo cual las inundaciones no son de extrañar, como tampoco los daños y perjuicios.
Las autoridades del Municipio y las fuerzas vivas cifran mucha esperanza en que la obra de la defensa costera cambie definitivamente la problemática de Pilar.
En un año en que los expertos en el clima vuelven a hablar del fenómeno El Niño, que se llegaría a nuestro país, la población espera que con la primera etapa concluida la ciudad y su población enfrenten con más tranquilidad las crecidas, tanto del Paraguay como del arroyo Ñeembucú.
Esta angustiante situación será controlada gracias a esta obra, que beneficiará a más de 33.000 compatriotas que viven en la capital de Ñeembucú y, de forma indirecta, llegará a beneficiar a 45.000 personas con el impulso del turismo.
La defensa costera de Pilar propone dar una solución final a las inundaciones que aquejan a la comunidad durante los periodos de crecidas del río Paraguay y del arroyo Ñeembucú y que por muchos años ha sido postergada.