BOQUERÓN
Las constantes lluvias en la cuenca alta, Bolivia, han motivado una preocupación a los pobladores adyacentes al río Pilcomayo, especialmente a los lugareños argentinos y bolivianos.
En Pozo Hondo, Paraguay, se da una suerte de espera a ver qué pasa. Lo concreto es que el agua que pasa por el puente, como un embudo, está a punto de colapsar. Se encuentra a unos centímetros para que el agua pase sobre el puente. De ocurrir esto, el puente puede ser como una muralla de contención cuando las ramas y palos se topen y no puedan correr.
Este es el peligro, pues entonces las aguas saldrán por los costados del puente poniendo en peligro a los pobladores de Pozo Hondo, Cristo Rey, La Laguna, entre otros, pero no antes de darse grandes desbordes más arriba del puente.
De acuerdo con los entendidos, la riada mayor llegará a Pozo Hondo en unas 48 horas (contadas desde ayer).
De haberse hecho un trabajo de profundización (1,50 metros de sedimentos) del lecho del río en la zona, no se tendría tal preocupación.
Es por eso que los pobladores están en total estado de alerta. Y, para acompañar más de cerca la preocupación de los lugareños, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ya se encuentra en la zona.
En la fecha, los mismos han estado asistiendo a algunas comunidades de la zona.
Si bien hasta el momento no hay desbordes ni inundación hacia Paraguay, los lugareños se encuentran atentos a lo que pueda ocurrir.
Tal suerte, sin embargo, no corren los pobladores argentinos adyacentes. Estos están lidiando día y noche con los desbordes y con la atención a los anillos de contención de sus comunidades.
En Paraguay, en cambio, lo que se tienen son cortes de rutas por las abundantes lluvias de estos días. Así, desde cruce Don Silvio hasta Pozo Hondo existen cuatro cortes en diferentes tramos, pero que con un buen vehículo aún es posible transitar.
En cuanto al ingreso del agua por el pantalón, también se tienen buenas noticias. Está ingresando abundante agua, pero solo el 30% de lo que corre va rumbo a General Díaz. El otro restante, que también ha ingresado, va unos pocos kilómetros y luego retorna a la Argentina.
Obras paradas. En la embocadura se había hecho un buen trabajo para el ingreso del agua. Sin embargo, con la adjudicación tardía para los trabajos de limpieza para el lote II, que se había hecho ya cuando la crecida estaba a puerta, los trabajos de este grupo han quedado estancados. No pueden hacer nada y que probablemente ya no lo realizarán mientras dure esta creciente.