Mi nombre es Carla Caballero, soy comunicadora y aproximadamente hace cuatro años me inicié en el mundo del arte.
La primera obra artística que hice fue con la profesora Olivia Cazzola. Yo tenía miedo de manchar el lienzo.
También tenía ese temor a equivocarme, de hacer mal, era algo muy desconocido porque ya tenía una determinada edad cuando empecé con esto de la pintura.
Hay mucha gente también que como yo al comienzo pensaba que no tenía cualidades en el arte o que el arte no era para ellas.
Yo era una de esas personas que jamás hubiera pensado que podía ser artista. Sin embargo, un día se presentó la oportunidad y me enfrenté, así como los escritores se enfrentan a la hoja en blanco, uno se enfrenta a su lienzo.
Con mi primera pintura tuve una muy buena experiencia inicial y salió una obra sencilla, pero creo que fue bonita. Luego se la mostré a una persona amiga y me dijo ¡Qué lindo! y enseguida valoró y me compró la obra.
Ahí fue un aliento muy grande para mí. Eso también trato de transmitir hoy en día, el tema de la valoración y el aliento a la gente que está empezando.
En mi técnica, mi estilo, yo pinto más al óleo, pero también al acrílico. En los talleres en este momento estamos haciendo más al acrílico.
En cuanto a mi estilo no sabría decir exactamente porque yo no soy una doctora en cuanto a estilo. Pero me habían dicho en un determinado momento que es un estilo más naif (espontáneo, colorido, simple).
Y tenía mucho que ver, pues yo busqué, o sea, leí un poco sobre eso y , decía que eran los pintores de domingo, los naifs. O sea, que laburaban durante la semana y los domingos pintaban en las ferias, etcétera. Pero hay gente que sabe explicar mejor esto.
En la manera en que trabajo generalmente no boceto, solo a veces, yo pinto a mano alzada. Y a medida que voy pintando va saliendo lo que voy creando.
Después de estar con la profesora Olivia, participé en un taller de artes visuales coordinado por Fernando Amengual, que reúne ya a un colectivo de artistas de distintas disciplinas.
Empecé con el tema de paisajes. Me gusta muchísimo pintar paisajes, todo tipo y hasta ahora sigo con eso.
Donde realmente me inspiro muchísimo es en lo que tenga que ver con lo social. Entonces lo primero que quería pintar era una marcha, la Marcha Campesina. A mí me daba mucho miedo encarar esa obra, porque no sabía si iba a ser capaz, pero quería hacerla. Entonces Fernando (Amengual) me dijo “Bocetá y adelante”. Esa fue la primera obra con temática social que pinté y es una que me gusta mucho.
La gente me preguntaba ¿por qué no pintás la marcha campesina? Y pensé, ¿cómo voy a pintar? Eso es muy complicado. Pensé que no iba a poder. Para mí fue un gran logro pintar ese cuadro.
Después continué con otras obras también con temática social. Algunas están expuestas en el local de la Federación Nacional Campesina.
Yo quiero retratar, no sé si retratar es la palabra, quiero expresar las luchas de mi tiempo. Porque pertenezco a un colectivo social, que fue construyendo un camino y que me hizo parte de su caminar.
Mucha gente dice: ¿Qué es lo que logró la marcha campesina a lo largo de tantos años? Desde lo macro tierras y otras conquistas. Pero lo concreto, por ejemplo, es que yo, a lo largo de ese caminar, me integré y hoy estoy pintando lo social siendo parte de ese colectivo.
Pero en mi mano también están muchas compañeras y compañeros con los que nosotros compartimos esto que hoy sucede en el país.
ARTE PARA COMPARTIR
No veo tampoco la pintura como algo individual, sino es algo colectivo. Yo soy una expresión de esa forma de arte, una expresión de la lucha por la tierra, por ejemplo.
Me parece muy lindo en medio de todo este contexto que estamos viviendo en el país, de riesgos y retrocesos, yo pueda salir con una propuesta artística. A mí me gusta mucho porque me siento amparada y me siento un sujeto, no solamente en el arte, sino en lo histórico y en lo social.
METAS
Mi sueño es que alguna vez mis obras puedan estar en espacios públicos contando la historia de este tiempo.
Desde hace un mes empecé a impartir unos talleres de pintura en el Espacio Mburucuya, para personas de distintas edades. Para mi era un desafío muy grande porque era nueva en esto de facilitar los talleres. Sin embargo, me animé y estoy muy feliz porque tiene mucho que ver también con la comunicación. El de compartir un espacio mutuo de creación y conversación y alegría al estar reunidos con sus talentos.
En los días que hay taller, las niñas y las personas adultas conversan entre ellas, se sienten felices compartiendo esos momentos.
Quiero agradecer a las personas que compartieron en sus redes sociales los flyers y publicaciones de los talleres. Muchísima gente me apoyó, me impulsó y está conmigo.
Las inscripciones al taller pueden hacerse vía WhatsApp al (0971) 922-900. En Instagram estoy como Carla Caballero López y en Facebook como Carla Caballero.
A la gente que alguna vez quiso hacer arte y no dio ese paso, les digo que se animen porque al final la vida es corta, pasa rápido. Diría que sí hubo esa atracción hay algo dentro de uno. No digo que todos debamos ser la misma cosa, pero sí digo que el arte es una expresión.
No importa si uno no es la mejor pintora o el mejor pintor. Lo que importa en la vida es poder expresar lo que uno es con las personas de su tiempo, con las personas que uno ama.
Hay mucha gente a veces que está triste, que ya no tiene una motivación. Y en ese sentido el arte es muy potente como para dar fuerzas para salir adelante.
Lo hace en el sentido de que puede ayudar a canalizar cuestiones internas que muchas veces no nos animamos a compartir con otros.
Sería como una cuestión terapéutica también, porque me parece que en nuestra sociedad hoy se necesitan muchísimos espacios donde podamos construir colectivos, comunidades.
Y en esos espacios donde también podamos también ser humanos en conjunto y haciendo actividades conjuntas, creando conjuntamente y por qué no, sanando conjuntamente.