La intervención, largamente esperada por la comunidad local, fue confirmada por la ministra de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Adriana Ortiz Semidei, quien adelantó que los trabajos se realizarán en colaboración con la Itaipú Binacional y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), con una inversión estimada de USD 2 millones.
El presbítero Alcides Mendoza, párroco del santuario, alertó sobre el avanzado deterioro de la infraestructura, que presenta grietas, fisuras y hundimientos en la base de los pilares. Esta situación pone en riesgo la seguridad de los fieles que participan en las actividades religiosas.
“La estructura está muy dañada y peligrosa. Estos días, tras una tormenta, se desplomó una parte importante del santuario. Estamos muy cerca de tener que cerrarlo por completo”, expresó Mendoza.
Construido en 1753, el santuario de más de 270 años es un emblema histórico y arquitectónico del país, además de ser un símbolo religioso fundamental para los habitantes de Piribebuy y visitantes de otras regiones. Sin embargo, debido a su condición de patrimonio cultural, el párroco aclaró que no puede autorizar intervenciones sin la aprobación de las instituciones competentes.
La restauración del santuario ha sido una solicitud constante de la comunidad durante años, sin obtener respuestas concretas hasta ahora. “Hemos golpeado muchas puertas, y finalmente tenemos la esperanza de que este anhelado trabajo se concrete”, señaló el sacerdote.
Según los primeros informes, el proyecto incluirá la reparación estructural de las bases, pilares y vigas, con el objetivo de preservar la integridad del templo y garantizar la seguridad de quienes lo visitan.
PATRIMONIO. El Santuario Ñandejára Guasu de Piribebuy es uno de los principales referentes del patrimonio barroco guaraní en Paraguay, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
La anunciada restauración busca no solo proteger la edificación, sino también revitalizar su valor histórico y cultural, convirtiéndolo en un atractivo turístico y religioso sostenible.
La comunidad de Piribebuy espera que la restauración permita asegurar la conservación de este símbolo para las futuras generaciones y mantener viva su función espiritual y social en la región.