Aplacar el calor en piscinas, playas y arroyos de concurrencia masiva pueden acarrear infecciones bacterianas y de otros tipos de afecciones que actúan sobre la piel, los ojos, el oído, la garganta e incluso gastrointestinales.
Los cauces naturales son altamente factibles para que las personas contraigan infecciones de diferentes tipos, según explica el médico clínico José Gómez Cantore. Asimismo, el profesional advirtió que los químicos utilizados para el tratamiento de las piscinas de clubes sociales pueden acarrear irritaciones e infecciones.
Por su parte la dermatóloga Romy Giardina, señaló que “las aguas contaminadas pueden infectar fácilmente por la presencia de bacterias, más aún cuando hay lesiones o heridas abiertas en piel, o en el caso de que las personas sean portadoras de alguna patología de base”.
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En el mismo sentido, el oftalmólogo, Juan Carlos Gines, indicó que las aguas de cauces naturales, como el de piscinas de concentración masiva, pueden causar irritaciones de los ojos, así como infecciones.
Así también, los profesionales de Clínicas advirtieron que otro de los males y de los cuales los niños son los más propensos en sufrir, es la conocida otitis de verano u otitis externa, que es una inflamación que afecta a la piel de la parte externa del oído.
Recomendaciones
Ante esta situación, los profesionales del Hospital de Clínicas sugirieron moderar el tiempo de permanencia en el agua, principalmente de los niños. Sugieren intercalar la lapsos de hasta 30 minutos con pausas de 40 minutos.
Así también se sugiere no mojarse los oídos en la ducha, no usar hisopos para limpiar el oído, consultar con un especialista en el caso de dolor o picazón en los oídos y aplicar dos gotas de alcohol boricado en el lado afectado del oído.