El director general de Cremer Óleo, Francisco Jáuregui, habló con Última Hora sobre lo que significará la habilitación de la planta de biodiésel más grande del país y cuya producción apunta al mercado local e internacional.
“Estamos hablando de un país importador 100% de combustible, con pérdidas de divisas, mientras que acá va a haber generación de empleo local, generación de valor agregado en la cadena agroindustrial, pasamos de ser un país 100% exportador del poroto de soja a ser un país que industrializa. Esta industria viene a crear un mercado interno de aceite de soja que hoy no existe. Las aceiteras se están adaptando para vendernos a nosotros”, comentó emocionado.
La inversión alcanza unos USD 30 millones, y la capacidad de la planta es para producir 115 millones de litros. En su capacidad máxima generará unos 120 empleos, mientras que de manera indirecta trabajarán más de 500 personas de la zona.
Sin embargo, para este rubro aún hay un largo camino por recorrer, el sector de biocombustibles ve lento el desarrollo en cuanto a políticas públicas y previsibilidad, lo que representa un desafío para los empresarios.
“Este tipo de proyectos son los que vienen a cambiar la idiosincrasia de la cultura agroindustrial del país, en este contexto necesitamos que nos acompañen con reglas claras y previsibilidad a largo plazo”, indicó.
Características
Al respecto, Jáuregui explicó que en Paraguay se tiene ley de mezcla del 5% de biodiésel con el gasoil, pero que no se está cumpliendo y el nivel de mezcla no alcanza ni el 1%.
“Si no hay reglas claras, no se establece un mercado, y no hay estándares de calidad y control, esto no va terminar de florecer y nuevamente la industria se va a tener que enfocar en la exportación y no es la idea, nosotros queremos motorizar el mercado interno, pero necesitamos un mercado local y necesitamos reglas claras. Es un llamado a las autoridades actuales y a las que vendrán en la inminente transición para que de alguna manera se acompañe el proceso de industrialización”, alegó.
Reconoció que en Paraguay se tuvo mala experiencia con el biodiésel de mala calidad lo que trabó más el desarrollo del combustible renovable a diferencia de Brasil o Argentina donde ya se llega a un 15% y 12% de mezcla respectivamente.
Insistió a que el motivo principal de este atraso es la falta de reglas claras para que el inversor apueste en el país, invierta en tecnología, invierta en eficiencia, desarrolle y produzca productos de calidad que esté a la altura de la necesidad del mercado.
“Esto ya se encuentra implementado en otros países y se debe a una decisión estratégica porque por cada litro que se sustituye de combustible fósil por renovable se evita casi un 80% de emisiones. Entonces, en el contexto global que existe en el mundo y las políticas que van hacia la sustentabilidad, los países buscan reducir el impacto en el medioambiente. La sustentabilidad tiene que ser una política de Estado, no de un Gobierno de turno. Tiene que haber una política de largo plazo para que esto funcione”, enfatizó.
En detalle
500
empleos indirectos generará la planta en la zona de Villeta. Los biocombustibles se fabricarán de la soja.
30
millones de dólares es la inversión estimada para la planta que apunta a una generación de 120 empleos.