Desde el 2023, Paraguay podría recibir USD 1.000 millones de dólares anuales adicionales de la Itaipú, que podría ser administrado como Royalties II por un Banco Nacional de Infraestructura para el Desarrollo Económico y Social (Bnides), que ya está definida en la Política Energética Nacional, según el decreto 6092/2016.
La propuesta fue presentada ayer por profesionales de la Facultad Politécnica de la UNA, quienes elaboraron un trabajo de investigación sobre el tema, que estuvo cofinanciada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El doctor Victorio Oxilia, responsable técnico del proyecto, aseveró que en el 2023, conforme está previsto en el Anexo C del Tratado de Itaipú, se discutirán las condiciones financieras y de comercialización de la energía de esta entidad binacional.
Vale señalar que, como en el 2023 el saldo de la deuda de la binacional será cero (se ha anunciado que ello se producirá inclusive antes de ese año), y en el caso de que los gobiernos decidan mantener el nivel actual de la tarifa, quedarán disponibles alrededor de USD 2.000 millones por año para ambos países (USD 1.000 millones para Paraguay).
Estos recursos podrían ser administrados por el Bnides como Royalties II, resaltó Oxilia y dijo que con estos fondos se podrían financiar a una tasa de interés baja las obras de infraestructura, proyectos de generación de energía eléctrica que están en carpeta y, además, estos proyectos podrían beneficiar la integración eléctrica regional y consolidar al país como eje de esa integración.
Alegó además que entre otros aspectos se discutirá cómo distribuir las rentas de la central hidroeléctrica que es líder mundial en generación eléctrica, y cuyo producto pertenece en partes iguales a Paraguay y Brasil.
Estas conclusiones forman parte del libro Cómo transformar energía en desarrollo, que será lanzado por el Grupo de Investigación en Sistemas Energéticos (GISE) de la Facultad Politécnica, en agosto, pero cuyo contenido fue adelantado ayer a la prensa.
Por otro lado, los autores propusieron conjuntamente con investigadores de la Universidad de São Paulo, la creación de una Corporación Energética del Sur (Cenesur) con países vecinos; un Mercado Eléctrico del Cono Sur, y un Fondo de Inversión.
Respecto al Cenesur, Oxilia aseveró que “Paraguay podría ser el socio mayoritario ya que tendría el 45% de aporte, Brasil con 37%, Argentina con 13% y Uruguay con 5%” y que “esta corporación, sin duda, consolidaría la posición estratégica de Paraguay en la integración energética regional y podría constituir un potente mecanismo de financiamiento”. Las tres centrales binacionales que la conformarían (Itaipú, Yacyretá y Salto Grande) podrían representar ingresos anuales de USD 6.000 millones.
Al mismo tiempo, dijo que se debe explicitar los gastos de explotación de la entidad binacional, que son gastos con operación y mantenimiento, lo que corresponde a la actualización tecnológica, a la preservación de las condiciones óptimas del embalse, a los programas de responsabilidad social que son propios de la entidad binacional.
En cuanto a los royalties que actualmente ya recibe el país, indicó que estos deben ser debidamente reajustados, y que en el caso de Paraguay, deben seguir destinados a la Administración Central, a las gobernaciones, municipalidades y los fondos de desarrollo, según la legislación vigente.