María Rosa Rolón
Las 24 horas del día, los siete días de la semana, funciona la llamada Biblioteca Callejera, instalada el pasado 27 de octubre en la plaza Juan de Ayolas (Ada. Cacique Lambaré, frente a la Municipalidad). El objetivo de la iniciativa es incentivar la lectura. El acceso a los libros es libre y gratuito.
Su impulsor, el escritor Aníbal Barreto Monzón, explica que cualquier persona se puede acercar a retirar los libros, leerlos, devolverlos o intercambiarlos. “También pueden leerlos allí mismo. El buzón está abierto todo el tiempo, no tiene candado, está totalmente a la voluntad”, expresa.
El rincón, habilitado las 24 horas, es atendido por los mismos usuarios. “Constituye una práctica para facilitar la lectura y que la ciudadanía también vaya aprendiendo a cuidar y respetar lo público, pero el objetivo primordial es promover la lectura”, afirma.
INICIATIVA. El emprendimiento surgió, explica Barreto, luego del regreso de sus vacaciones en el exterior. “Estuve de vacaciones por EEUU, y en el estado de Virginia, en una pequeña ciudad de nombre Clifton, vi el buzón instalado en la calle debajo de un gigantesco árbol. Me acerqué a mirar y mientras estaba observando algunas personas de la ciudad recurrieron a la biblioteca a dejar libros y a retirar otros. Tomé una foto del buzón y puse en Facebook. Una amiga de nombre Pryscila Isabel León me visitó para proponerme elaborar uno en Lambaré. Me dijo que ella correría con todos los gastos de la fabricación y que yo ayudara en conseguir los libros”, manifiesta.
Barreto proviene de una familia de escritores, lo que posibilitó que sus hermanos pongan a disposición sus libros. “La biblioteca se instaló con 29 libros, todos de nuestra autoría (Chiquita, Mirta, Augusto, Nemesio y Aníbal Barreto Monzón). En la inauguración hubo más donaciones y esa mañana empezamos funcionando con 41 libros. Se reciben obras de diferentes temas y autores. Si no encuentran espacio en el buzón pueden entregarlos en la Biblioteca Municipal”, expresa.
La elaboración del buzón costó G. 370.000, gasto cubierto por León. La pequeña estructura se encuentra montada sobre un poste de hierro de 1,20 centímetros de altura. Sobre la base se instaló el buzón que tiene una dimensión de 40 cm de base y una altura de 50 cm. Por dentro está dividido en dos compartimientos. La estructura es totalmente de metal (hierro) y todos los costados están protegidos con tela metálica sellada en vidrio, lo que ayuda a proteger las obras de la intemperie y las lluvias. La capacidad es para alrededor de 50 libros.
La Municipalidad de Lambaré cedió el rincón y la instalación en la plaza.
Opinión
“Es una iniciativa que aplaudo”
“Digo siempre que es imperativo que se lea, es imperativo que se ame, es imperativo que el sueño se haga posible, siempre. Pero no se puede obligar a leer, a amar, a soñar. ¿Qué hace el imperativo en estos casos? Se vuelve deseo que no se puede postergar, se pide a Dios que no se postergue, pedido supremo. Ojalá se lea, ojalá se ame, ojalá se pueda soñar. La Biblioteca Callejera es iniciativa que aplaudo porque permite que se junten y se conjuguen verbos en la usanza del día a día. Es imperativo que así sea. ¡Ojalá!”. José Eduardo Alcázar, escritor.
Un emprendimiento cultural
para imitar La iniciativa de Aníbal Barreto Monzón y Pryscila Isabel León (foto) se implementaría en otras ciudades. “Después de publicarse el resultado nos llamaron de San Lorenzo, Ñemby y de Villa Elisa queriendo elaborar lo mismo. También de la lejana Nueva Germania, en donde nos dicen que se va a inaugurar en diciembre”, expresa Barreto. Agrega que ello dependerá de la voluntad de las personas que quieran hacerlo. “No podemos acompañar mucho porque no contamos con recursos económicos para solventar otras bibliotecas. Pero pueden contar con nosotros para conocer nuestra experiencia”, puntualiza.