Cada vez que se registran precipitaciones significativas, el Chaco enfrenta la misma realidad: Comunidades incomunicadas, caminos destruidos y acceso restringido a servicios esenciales. Esta vez, la comunidad indígena Ayoreo Totobiegosode de Chaidi vivió una situación crítica cuando una embarazada tuvo que ser trasladada en tractor ante la imposibilidad de movilizarse por otro medio.
Numerosas localidades, principalmente indígenas, han quedado atrapadas sin poder acceder a alimentos ni asistencia sanitaria. Tramos estratégicos como Bahía Negra, Fuerte Olimpo y Toro Pampa, así como el trayecto Puerto Casado - Ruta Bioceánica, presentan cortes severos que impiden el tránsito incluso de vehículos de doble tracción.
Además de los caminos destruidos, muchas viviendas y zonas productivas han quedado bajo el agua. Los habitantes afectados claman por ayuda urgente a las autoridades, solicitando víveres y asistencia médica para las poblaciones aisladas. La amenaza de nuevas precipitaciones agrava aún más la incertidumbre y el temor de los pobladores, quienes ven cómo el agua sigue avanzando y devorando lo poco que queda en pie.
A pesar de que esta problemática ha sido denunciada en reiteradas ocasiones, la falta de infraestructura vial en la región continúa siendo un factor determinante en la vulnerabilidad del Chaco ante fenómenos climáticos extremos.
EMERGENCIA. Ante la gravedad de la situación, la Gobernación de Alto Paraguay, a través del gobernador Arturo Méndez, gestionó asistencia ante el Ministerio de Emergencia Nacional. Como resultado, se organizó el envío de víveres y ayuda humanitaria para los distritos de Bahía Negra, Fuerte Olimpo, Carmelo Peralta y Puerto Casado, en un esfuerzo por mitigar los estragos causados por las lluvias.
Sin embargo, la urgencia de soluciones estructurales sigue siendo una demanda latente. Sin rutas adecuadas y planes de contingencia efectivos, cada temporada de lluvias en el Chaco seguirá repitiendo el mismo escenario de aislamiento, pérdidas y desesperación para sus habitantes.
VÍVERES A INDÍGENAS. Al menos 860 familias de cuatro comunidades indígenas del departamento de Boquerón, cercanas a la frontera con Argentina, quedaron aisladas debido a las intensas lluvias, informó ayer la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
El ministro de la SEN, Arsenio Zárate, dijo que las comunidades indígenas de Laguna Escalante, Media Luna, Pablo Stahll y San José Esteros “están aisladas” debido especialmente a “la gran cantidad de lluvias” que han provocado que las vías de acceso “se vuelvan intransitables”.
Es así que la SEN envió esta jornada unos 20.000 kilos de alimentos no perecederos a los afectados de las zonas inundadas. La movilización de los kits de alimentos se realiza por vía terrestre porque en la zona afectada, ubicada en el Chaco paraguayo, no existen pistas de aterrizaje, detalló el ministro.