Don Antonio González observa con indignación y frustración la ensanchada zanja que atraviesa al costado de su patio sobre la calle Yvyra pytã, del barrio Terminal de Asunción. Por allí fluye todo tipo de basura, hasta desecho cloacal proveniente nada menos que de la Estación de Buses de Asunción (EBA), administrada por la Municipalidad.
“Cuando vamos a la Terminal a insistir con los reclamos, arreglan un ratito su motor, pero al poco tiempo se descompone y vuelven a tirar los desechos sin tratamiento. El olor es insoportable, nos genera un dolor de cabeza impresionante. En mi caso tengo a mi mamá ya mayor y es preocupante tenerle así”, lamentó don Antonio, quien al igual que sus vecinos deben lidiar con la contaminación en el barrio.
Los moradores indicaron que el vertido es frecuente y data de hace varios años. La última descarga fue pocas semanas, según don González. “En una ocasión sacaron un caño en plena calle y los funcionarios nos dijeron para esperar tres horas. Pero ellos no serían capaces de esperar allá atrás, cerca de nuestras casas, donde no podemos ni comer”, manifestó a su vez Gabriela González.
A cielo abierto. En el lado posterior del predio de la estación de buses, entre malezas y frente a un circuito vial destrozado por donde ingresan los colectivos, se encuentra el motor en cuestión y el inicio de un precario canal que se dirige hacia un patio baldío.
Al cruzar el terreno deshabitado, que a su vez es un aguantadero, el canal de desechos es a cielo abierto. Además de la descarga cloacal que se suele registrar, allí también hay todo tipo de basuras sólidas, generando un ambiente insalubre.
Director no responde. Desde Última Hora se intentó tener la versión del director de EBA, Jorge Soler, pero no contestó las llamadas. Desde el área de prensa de dicha dependencia indicaron que Soler se encontraba en una reunión. Horas después, al volver a insistir, la respuesta fue que Soler “se retiró por problemas de salud”. Sobre el sistema de bombeo indicaron que se encuentra funcionando con normalidad.