20 oct. 2024

Pobreza: Avances y desafíos

En las últimas dos décadas, Paraguay ha logrado avances en la lucha contra la pobreza. Según un informe reciente del Banco Mundial, la tasa de pobreza cayó del 51,4% en 2003 al 24,7% en 2022. Este es un logro, considerando el contexto histórico de dificultades económicas y sociales. La expansión de la clase media durante este periodo es una señal de progreso. Sin embargo, el informe advierte que el ritmo de reducción de la pobreza ha comenzado a desacelerarse, lo que plantea dudas sobre cómo sostener el crecimiento económico y asegurar que más paraguayos se beneficien de él.

El documento titulado Paraguay: Estrategias para impulsar el crecimiento inclusivo y la reducción de la pobreza subraya un problema preocupante: Desde 2014, el avance en la reducción de la pobreza ha sido más lento. Años atrás, el crecimiento económico impulsó mejoras en las condiciones de vida de la población. Pero, en los últimos años, ese crecimiento se ha ralentizado, afectando la creación de empleos y el incremento de los ingresos laborales. Así, las oportunidades que antes ayudaban a muchas personas a salir de la pobreza se han reducido.

Este escenario también está marcado por desigualdades persistentes, particularmente en las comunidades rurales e indígenas y entre hombres y mujeres. Además, el país enfrenta una alta vulnerabilidad frente a fenómenos climáticos, que afectan a los sectores más empobrecidos, debilitando su capacidad de recuperación.

El Banco Mundial sugiere una serie de medidas para enfrentar estos retos. En primer lugar, es necesario mejorar la calidad del empleo. No es suficiente con crear más trabajos; estos deben ser dignos y ofrecer estabilidad. Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) tienen un rol fundamental en este aspecto, pero requieren más apoyo para generar empleos con mejores salarios.

En segundo lugar, el capital humano debe fortalecerse. Aunque se han registrado algunos avances, la educación y la salud en Paraguay aún presentan grandes desafíos, especialmente en las zonas rurales. Una población bien educada y saludable es clave para impulsar el crecimiento económico y garantizar que todos los paraguayos tengan acceso a oportunidades.

Por último, el informe resalta la necesidad de aumentar la resiliencia del país frente a los choques climáticos. Las sequías, inundaciones y otros eventos extremos han afectado a los más vulnerables, dificultando su capacidad para salir de la pobreza. Es fundamental fortalecer las capacidades de respuesta y adaptación para evitar que más personas caigan en la pobreza debido a estos eventos.

El Banco Mundial enfatiza que Paraguay está en un punto crucial de su desarrollo. Con las políticas adecuadas, el país tiene el potencial de no solo erradicar la pobreza extrema, sino también de construir una sociedad más equitativa y resiliente. No obstante, esto exigirá un compromiso constante con la estabilidad macroeconómica, el fortalecimiento institucional y la diversificación de la economía.

A pesar de los avances logrados, Paraguay no puede permitirse bajar la guardia. La lucha contra la pobreza continúa, y los desafíos son considerables. El país debe concentrarse en impulsar un crecimiento inclusivo que no solo se refleje en cifras macro.

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