El mercado de commodities está atento al comportamiento de compras por parte de China, ya que podría influir en una estabilidad de los precios al alza o derivar en una caída. Actualmente hay un buen comportamiento en la cotización a futuro, pero es bajo el nivel de productores de Paraguay que lo aprovechan en las ventas anticipadas correspondientes de la campaña 2021-2022.
El precio promedio estimado para el cierre del presente periodo está entre USD 346 y USD 348 por tonelada, pero las negociaciones anticipadas podrían cerrar actualmente incluso en USD 440 por tonelada. Sobre estas ventajas el experto Guido Vera, de la empresa Paragrain, explicó que sin embargo apenas un 13% de los productores están pudiendo captar estos precios con las comercializaciones anticipadas, en este caso las que se realizan meses antes de la campaña de siembra.
No hay una previsión clara sobre cómo estarán los precios en adelante, ya que se presentan dos escenarios. Vera detalló que por un lado hay incertidumbre respecto al volumen que demandará China en el segundo semestre, así como del origen de sus compras. Si se vuelca prácticamente la oferta de Estados Unidos, teniendo en cuenta el acuerdo entre ambos países, la soja se podría fortalecer en la Bolsa de Chicago, pero si Brasil aumenta sus ventas al mercado asiático, podría presionar a la baja explicada en un mayor stock de los granos estadounidenses. Tampoco quedan fuera del análisis los fondos de inversión que pueden mover los números de la Bolsa.
Simultáneamente los agricultores deben elaborar sus programas de la campaña 2021-2022 ante una sequía que podría nuevamente atrasar la siembra y frente a un mayor costo de producción que podría ir de USD 60 a USD 100 por hectárea, según estimó Vera durante el webinar Perspectivas Agrícolas: Todo lo que debemos saber, organizado por el banco Atlas.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppAcerca del creciente envío al Brasil, refirió que tiene que ver con la bajante de los ríos, pero también porque los productores brasileños retienen su soja a la espera de mejores precios.