Marlene Sosa Lugo (organizadora) posteó en su muro del Facebook una aclaración: “No nos entendimos de entrada, o no se conocía el sistema. Las entradas –por supuesto que se le dan al artista– para vender, invitar, regalar, etc., etc. El local tiene capacidad para 1.000 personas y una parte de las entradas se le da al artista con anticipación para que disponga de sus 500 localidades. Lo recaudado es totalmente para el artista... Fue un malentendido...”.
Pedro Ojeda explicó que el problema surgió por la falta de claridad acerca de la dinámica del espectáculo, pero que se solucionó. Tanto Sosa como el artista señalaron que el tema cerró en buenos términos, y que están abiertos a futuras negociaciones.