El descubrimiento ocurrió en el lago Ezequiel Ramos Mexía donde prefectos que patrullaban para brindar seguridad en la zona divisaron 13 pisadas sobre un terreno rocoso y algunos bloques caídos del mismo lugar.
Tras analizar las imágenes tomadas por los guardacostas, afirmaron que se trataría de un nuevo hallazgo de huellas tridáctilas, originadas por un dinosaurio bípedo de tamaño mediano-grande, explicaron en un comunicado.
“Se trata de impresiones de entre 30 y 50 centímetros, de tres dedos, alargadas y con terminación puntiaguda, lo que sugiere que pertenecerían a un dinosaurio terópodo, de entre 1,20 y 1,50 metros de altura a la cintura, carnívoro y con garras”, indicaron.
La Prefectura se comunicó con el Museo Paleontológico “Ernesto Bachmann” de la provincia de Neuquén (este), conocida por el descubrimiento en 1993 del “Giganotosaurus carolinii”, uno de los dinosaurios carnívoros más grandes del mundo.
Los niveles portadores de roca donde aconteció el hallazgo pertenecen a la Formación Candeleros, una unidad geológica con una antigüedad aproximada de 100 millones de años y rica en huellas de dinosaurios y otros vertebrados mesozoicos.