El comisario Rubén Paredes, jefe de Investigación de Delitos de la Brigada Central, manifestó este sábado en el programa La Lupa, emitido por Telefuturo, que la hipótesis que tienen es que el homicidio del mecánico Miguel Rajczakowskij, de 45 años, fue “por encargo”.
Aseguró que tienen soporte técnico y tecnológico que estudiaron para detener a Tarcidio Daniel Cáceres, de 64 años, en el marco de la investigación y que sospechan que el hombre “fue utilizado” por ser amigo del fallecido.
Paredes dijo que el detenido dio información de que la víctima tenía supuestamente la suma de G. 300 millones y que luego fue a verificar si el cuerpo estaba sin vida, por lo que fue capturado en carácter de cómplice.
En otro momento, aseguró que está descartada la hipótesis del robo, pese a que se llevaron un celular de la víctima; sin embargo, tenía en su bolsillo casi G. 1 millón y ni “siquiera eso” se llevaron, señaló.
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“Nosotros calculamos que Tarcidio fue utilizado, hay otra persona a quien estamos investigando, necesito juntar elementos para pedir su orden de captura y sugerir su detención al fiscal, creo que se le utilizó a Tarcidio. Nosotros analizamos, Tarcidio tiene 64 años y meterse en un lío así no encara”, afirmó el jefe policial.
Agregó que Cáceres, supuestamente, sabía que había G. 300 millones, “cosa que no tiene sentido porque mirando el taller y mirando todas las cosas que tenía el mecánico, tener ese dinero era imposible, pienso que le habrán endulzado a él y que la idea era el homicidio”, agregó.
El jefe policial dijo que tiene esta sospecha porque los autores del homicidio “no revolvieron nada”, solo abrieron dos cajones y ni siquiera intentaron romper una puerta para ingresar y buscar el dinero, lo que le permite pensar que “categóricamente no fue el objetivo el robo”.
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Manifestó que aún falta dilucidar la causa del crimen y que para descubrirlo solicitó los detalles de llamadas de muchas líneas telefónicas con las que se realizarán los cruces de llamadas de las personas vinculadas para saber quién es el ideólogo.
Uno de los detenidos tenía la certeza de que fueron para robar los G. 300 millones, por lo que se sospecha que fueron llevados al lugar con la idea de “apretarle y reducirle” y uno de ellos acaba con la vida de la víctima, que “era el objetivo directo”.
El uniformado explicó que uno de los detenidos “le complica” a Cáceres porque dio toda la hoja de ruta del conductor de la plataforma Uber un día antes y al día siguiente.
Tras esto, los investigadores realizaron un recorrido desde el sitio de donde salió el Uber un día antes, que fue en la ciudad de Limpio. Dijo que luego fueron a la casa del hermano de Cáceres, ubicada a la vuelta del taller mecánico, en donde quedaron por cinco minutos; posteriormente, se encontraron todos a 800 metros cerca de la casa de Cáceres.
Luego fueron a la Costanera de Asunción y los autores del homicidio le llaman por celular a Cáceres para que vaya y vea si realmente murió o no el mecánico.
“Todo el recorrido que dijo el detenido nosotros volvimos a hacer y que se encontraron con el señor (Cáceres) cerca de la Pradera, cerca de donde vive, un día antes y el día del hecho. En la zona de la Costanera, que también tenemos imágenes de ahí, se quedaron y tenemos también el sistema de rastreo que nos indicó que se quedaron en la zona de la Costanera y que Negro le llama al señor para que vaya y vea si murió o no murió la víctima”, expresó.
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El comisario explica que Cáceres era amigo de la víctima y les llama la atención que el día del crimen fue al taller y miró por la ventana y no entró directamente. Además, dijo que en la imagen de circuito cerrado se observa que el hombre ingresa “con miedo” y que una persona que encuentra un cadáver “va a correr y tratar de auxiliarle con ayuda médica urgente”.
Además, explicó que Cáceres les manifestó que ese día tenía que llevar su vehículo para reparar, sin embargo, su rodado era naftero y en el lugar trabajaban con vehículos diésel.
En el marco de la investigación, la Policía Nacional detuvo a Luis Javier Galeano, al conductor de Uber Fernando Rubén Domínguez Paiva y a Tarcidio Daniel Cáceres, mientras que Bernardo Soria Lugo, conocido con el alias de Michi’ito, está prófugo. Asimismo, los investigadores trabajan para identificar un quinto implicado, conocido con el alias de “Negro”.