Los trabajadores paraguayos fueron localizados en un búnker subterráneo en las instalaciones de la fábrica, tras varias horas de búsqueda y luego de una operación que desmontó una organización criminal dedicada al contrabando y la falsificación de cigarrillos, informó la Policía Federal en un comunicado.
“Durante el cumplimiento de una orden de búsqueda en el municipio de Triunfo, los 16 trabajadores fueron localizados en el subsuelo de la fábrica, en una especie de búnker, en donde eran mantenidos enclaustrados”, según el comunicado de la Policía, que agregó que al sitio solo se tiene acceso por un elevador hidráulico.
Según los investigadores, los delincuentes cooptaron a personas en Paraguay, llevadas al Brasil desde Foz de Yguazú, para ser mantenidas en condiciones similares a la esclavitud durante los llamados “ciclos de producción” dentro de una fábrica clandestina en Río Grande del Sur. En principio se habló de 18 paraguayos, pero, tras el operativo, se llegó a la localización de un total de 16.
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De acuerdo con la Policía Federal, además de contrabando y falsificación, la organización desarticulada era investigada por delitos de trata de personas, corrupción de menores, lavado de activos y violaciones contra el medioambiente.
Según los cálculos, en la fábrica clandestina se producían cerca de 10 millones de cajetillas de cigarrillos por mes, que le dejaban a la organización criminal ingresos por cerca de 50 millones de reales, unos USD 8,9 millones.
En la operación, en la que participaron agentes de la Policía Federal y el Servicio de Impuestos Internos de Brasil, fueron cumplidas 40 órdenes de detención y 56 mandatos de allanamiento e incautación de posibles pruebas en los estados de Río Grande del Sur, Paraná y São Paulo.
Además, los agentes federales incautaron 56 vehículos, 13 inmuebles y valores depositados en cuentas bancarias de 23 investigados que suman 600 millones de reales, unos USD 107 millones.
Según la Policía Federal, la organización comenzó a ser investigada en 2020 luego de que se descubriera que un fabricante brasileño estaba produciendo clandestinamente en el país paquetes de marcas paraguayas de cigarrillos.