A los espasmos políticos causados por la guerra judicial entre Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez, un nuevo frente de conflicto abrió el oficialismo. Esta vez, con la comunidad médica, que salió a cuestionar con fuerza el proyecto estrella del Gobierno, denominado Hambre Cero, con el que promete universalizar el almuerzo escolar.
El lunes, representantes de la sociedad civil (estudiantes y médicos), sociedades científicas y otros organismos plantearon la postergación del proyecto sobre alimentación escolar, porque no consultaron la opinión de expertos del área nutricional, ya que elimina el desayuno y la merienda.
Otros cuestionamientos más formales aluden a la ausencia del propio Ministerio de Salud, órgano rector sanitario y de salud, en la mesa técnica.
Pero Honor Colorado hizo caso omiso a las voces disidentes y el miércoles, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que universaliza la alimentación escolar y cuya administración se centraliza en el Ministerio de Acción Social, dejando a municipalidades y gobernaciones como convidados de piedra. Un negocio de 300 millones de dólares.
Pero la polémica continuó. El líder del bloque cartista del Senado, fiel a su estilo bravucón, respondió a los cuestionamientos de la Sociedad de Pediatría y los acusó de “moverse según los intereses de los laboratorios”. Con sus credenciales de neurólogo, argumentó que nutricionalmente un almuerzo es más completo que la merienda y el desayuno. Esto le valió la reprimenda de la doctora pediatra Ana Campuzano, quien precisó que los niños y niñas que viven en situación de pobreza extrema “merencenan” un cocido negro y una galleta, y “quitarles el desayuno escolar es tenerlos casi 24 horas sin alimento, ya que a las 7:00 tienen que estar en la escuela con lucidez para aprender”.
La acusación del senador le valió el repudio de más de 40 sociedades médicas que le exigieron rectificar sus acusaciones. “Sus declaraciones no solo desvirtúan este compromiso, sino que también amenazan con socavar la confianza pública en las intervenciones sanitarias esenciales”.
Como una especie de castigo, el senador anunció un proyecto de ley para “transparentar la relación de médicos con laboratorios”.
GRIETA. Esta disputa reabrió el debate sobre la dudosa habilitación de 4 carreras de Medicina por el nuevo Cones, presidido por el viceministro de Educación, Federico Mora. La resolución favorable se dio, según explicó con soltura rayana a la soberbia, “por el cumplimiento de las cuatro dimensiones correspondientes a lo académico, infraestructura, jurídica y económica”.
Esta decisión atizó las diferencias con el Círculo Paraguayo de Médicos, que desde hace una década viene alertando sobre la “amenaza sanitaria” por la proliferación de las universidades garaje.
Sin embargo, el cartismo ya dio señales en contra el año pasado, cuando archivó en el Senado un proyecto que suspendía temporalmente la habilitación de nuevas carreras de Medicina.
Los cuestionamientos escalaron durante la reunión entre Mora y la prestigiosa Academia de Medicina del Paraguay, donde interpelaron al titular del Cones y desarticularon sus argumentos. Los doctores Alfredo Boccia, Ricardo Fretes y Antonio Cubilla exigieron frenar los permisos porque son un “atentado contra la salud pública”. Cubilla precisó que “Paraguay no necesita más de tres buenas facultades de Medicina”. Hay 44.
Boccia reveló que el incremento de las universidades garaje son un negocio del narcotráfico y lavado de dinero. “Cuando asumió Federico Mora (como titular del Cones) creímos que la alternancia iba a poner fin a esa pornográfica proliferación de facultades, pero resulta que él aprobó cuatro más”. Acusó que detrás de cada facultad de garaje “hay un político que le da el apoyo, pero detrás de ese político, la mayoría de las veces, está un narco”.
Como corolario, el Círculo Paraguayo de Médicos emitió un comunicado exigiendo la renuncia de Mora. El viceministro rechazó y duplicó la apuesta al acusar a los médicos de no estar “acostumbrados a trabajar con evidencias”. Lo dijo sin ruborizarse ante una platea colmada de profesionales con décadas de trayectoria, científicos galardonados internacionalmente, entre ellos el profesor Cubilla, el asesor científico del presidente Peña.
Un día después, sacó del archivo una vieja sanción al Dr. Jorge Rodas con el objetivo de desacreditarlo. Un golpe bajo muy criticado en las redes sociales, porque con ello pretende sacar el foco del tema.
PELIGROS. Este nuevo conflicto revela otra arista preocupante del autoritarismo cartista, que se niega a tender puentes con la sociedad civil, cuya colaboración rechaza abiertamente. No solo impugna las opiniones críticas, sino las desacredita y persigue de manera inmisericorde a través de sus políticos y sicarios mediáticos rentados, que se amplifican con las granjas de trolls que manipulan los hechos y generan fake news, cruzando todos los límites de la ética. También apelan a proyectos de ley o querellas judiciales para acallar las voces a modo de garrote.
En el Congreso, la oposición que no se alinea es atacada y humillada diariamente.
Ya ni siquiera permiten un debate racional. La diputada Rocío Vallejo no pudo expresar sus objeciones al plan Hambre Cero por el griterío de una diputada neocartista. Denunció censura e incluso amenazas a las que calificó de stronistas.
“¿Por qué este nivel de intolerancia si ustedes tienen los votos para aprobar lo que quieran?”, preguntó a la sala y apuntó al núcleo de la intolerancia que se niega a oír voces distintas.
Fiel a las corrientes de las nuevas autocracias 2.0, apelan a los ataques personales, a la desacreditación violenta. El hostigamiento como arma de persecución política.
La víctima de turno es hoy el gremio médico.
Textual
“No lo considero colega (al senador Bachi Núñez), es más político que médico, nunca lo vi en un evento científico. No sé si decirle doctor o político, pero no merece ni el más mínimo respeto como médico. Antes de atenderme con él como neurólogo, vería a un chamán. Todas las sociedades (médicas o de otras profesiones) merecen respeto, sus miembros trabajan ad honorem y muchas horas al día”. Dra. Ana Campuzano, ex presidenta de la Sociedad de Pediatría.
MARCHA CAMPESINA. Crisis climática y alerta ante brotes autoritarios marcaron la tónica de los discursos de la tradicional marcha de la Federación Nacional Campesina sobre Asunción.
A LA PESCA DE VOTOS. A pesar de la urgencia cartista y ante la falta de votos, se postergó el pedido de desafuero del senador vitalicio Mario Abdo, que se definirá tras la Semana Santa.
CITA PRESIDENCIAL. Santiago Peña dijo que con Javier Milei hablaron “como dos economistas” y promete una reunión clave en una semana para definir el cobro del peaje en la hidrovía.
TROFEO. Horacio Cartes presentó como nueva afiliada a la ANR a la ex dirigente liberal Jacqueline Sachelaridi, quien opinaba que Cartes era “el peor cáncer que nos pudo pasar”.
