Los recientes acontecimientos, que han generado el estupor y el asombro de la ciudadanía, representan no solamente la filtración del dinero sucio del crimen organizado y el narcotráfico sino la evidente debilidad de nuestras instituciones.
Los operativos antidrogas que se llevan adelante en varias zonas del país, particularmente los encuadrados dentro del Operativo A Ultranza, dejaron al descubierto el nivel de ostentación en el que viven tantos supuestos empresarios exitosos, cuyo “bienestar” se debía nada más y nada menos que al negocio de las drogas. Al final, lo que resulta más inquietante es el vínculo de la política con el comercio ilícito.
Desde que se inició, la lista de los implicados se ha ido extendiendo. Entre los primeros detenidos estuvo Alberto Koube, supuesto brazo logístico de la organización y con extendidas conexiones. Él es colorado y aparece en numerosas fotografías acompañando a Santiago Peña y Pedro Alliana, de Honor Colorado. El hermano, Daniel Koube, es presidente de la Seccional 5 de Asunción, y fue candidato a concejal por el equipo de Mario Abdo Benítez. Está nombrado desde enero en el Ministerio de Trabajo en la Dirección General de Anticorrupción y Transparencia, con un ingreso de 9.490.000 guaraníes.
Asimismo, las empresas de Koube participaban de licitaciones en el Estado, principalmente en la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN); de hecho que el recientemente destituido Joaquín Roa, ex titular de la SEN, mantenía una amistad con Koube y llegó a comprar un yate de su empresa. Se sospecha que Koube sería el responsable del lavado de activos del grupo criminal internacional y es vinculado con el presunto narco Lindomar Reges.
Otra persona que apareció como pieza clave en la estructura a nivel internacional es Sebastián Marset, de nacionalidad uruguaya, quien fue jugador del Club Deportivo Capiatá, donde el diputado cartista Erico Galeano es presidente y se postula ahora a gobernador de Central.
En el caso de José Insfrán, quien habría lavado dinero a través de su iglesia, el Centro de Convenciones de Avivamiento de Curuguaty, él se postulaba a gobernador de Canindeyú por el equipo de Hugo Velázquez y también aparece vinculado a este el diputado Juan Carlos Ozorio, presidente de la Cooperativa San Cristóbal.
Resaltan los nombres del piloto Job Von Zastrow, suegro del senador cartista Sergio Godoy, y del concejal colorado vinculado al cartismo, Óscar Sanabria, quien estaba al mando de un camión que transportaba 5.000 kilos de marihuana.
La irrupción del dinero manchado en la política paraguaya no es reciente, pero sin dudas está en un momento decisivo. Dentro de unos meses serán las internas de los partidos políticos con miras a las generales del 2023, por lo que es urgente que las agrupaciones aclaren los vínculos entre la política partidaria y el dinero del narco.
Pese a que existe una Ley de Financiamiento Político, nunca hubo sanciones a quienes violaron la norma. Urgen por tanto un control del dinero y la trazabilidad del dinero sucio utilizado especialmente en las internas partidarias, un espacio ideal para el uso del dinero del crimen organizado, porque la ley no sirve.