El comisario Sergio Insfrán, del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional, señaló que no se pueden descartar estas dos versiones que se manejan como desencadenantes del asesinato de Robert Fabián Marín Caballero (23), quien fue muerto a balazos el lunes, en Asunción.
CELOS: Esta versión señala que Morales habría atacado al ahora fallecido movido por los celos. Insfrán señaló que testigos informaron que Marín Caballero estuvo intercambiando mensajes telemáticos con Cynthia Burgos, pareja de Papo Morales.
Esto habría enfurecido a Morales, quien fue a reclamarle a Robert Fabián, que estaba en un vehículo y al que aquel se habría subido también con la intención de dejarle claro su enojo, porque supuestamente le faltó el respeto a su pareja.
Los testigos manifestaron a los investigadores que Morales acostumbraba a comportarse de forma violenta, tanto con las personas extrañas como con su pareja. Sin embargo, esta versión fue desmentida por la mujer, que destacó sus virtudes como novio. “No me maltrata, no es como dicen por ahí, que me pega. Al contrario, él me tiene superbién y estoy bien con él”, declaró ante los medios.
DROGAS: Precisamente la mujer dio pie a la otra hipótesis, dando a entender que tenía vinculación con la comercialización de drogas. Señaló que efectivamente estaba intercambiando mensajes con Marín para acordar un encuentro para la provisión de sustancia prohibida.
Burgos también está procesada en el caso, imputada por omisión de auxilio, frustración y omisión de dar aviso de un hecho punible.
Por otro lado, Luis Samaniego, abogado de Morales, también aseguró que el fallecido era dealer (distribuidor de drogas).
IMPUTADO. Morales fue imputado por homicidio doloso con pedido de prisión, por parte del fiscal Hernán Galeano, que está al frente de las pesquisas.
Papo se abstuvo de declarar por recomendación de sus abogados y llegó a la sede fiscal tras pasar la noche en un centro asistencial por un cuadro de deshidratación.
El caso quedó en manos de la jueza Cynthia Lovera, a quien interina su colega Raúl Florentín.
Don Robert Marín, padre del fallecido, clamó por justicia en el caso de su hijo. “Su pérdida dejó destruida a toda la familia”, dijo al salir de la Morgue Judicial.
En la tarde de ayer, una multitud acompañó a la familia desde el barrio Jara para dar el último adiós al joven.
Una larga trayectoria delictiva
Gregorio Ramón Morales Macchi (42), que es conocido como Papo entre sus allegados, cuenta con un largo historial delictivo que lo hizo desfilar por sedes fiscales y juzgados desde hace mucho tiempo.
El hombre, que es oriundo de Villarrica, cuenta con 17 denuncias en su contra por distintos delitos, según los registros que maneja la Policía. Estafa, violencia, amenazas, coacción, adulteración de documentos e intento de robo son algunos de los hechos que le son atribuidos.
Desde el 2004 lo tienen en la mira como el presunto líder de una banda que se dedicaba a la estafa a través de la adulteración de cheques.
Uno de los últimos escándalos se dio en un establecimiento rural, propiedad de su familia, ubicado en Iturbe, Departamento de Guairá, donde fue filmado apuntando con arma larga a un trabajador de la estancia. Se trata de Antonio Talavera, que denunció que fue víctima de reprensión por parte de Morales, a quien habría delatado ante sus familiares por intentar una venta clandestina de animales.
También está procesado por el atropello en radio Caacupé y apuntar con un arma al radialista Alejandro González, a quien habría pedido que se retracte de una opinión.