Jesús Irrazabal, jefe de Urgencias Pediátricas del Hospital Nacional de Itauguá, denunció a través de NPY la paupérrima situación del nosocomio. Debido a la falta de mantenimiento, el área de pediatría fue cerrada y lo demostró mediante imágenes del lugar que fueron viralizadas.
En los videos y fotografías compartidas por el profesional de salud, se puede observar una sala pediátrica abandonada, con los techos caídos, pisos destrozados, baños insalubres e inutilizables, paredes con grandes grietas, entre otros problemas.
El Hospital Nacional de Itauguá es el principal centro de referencia de Central, pero la infraestructura del lugar se ve deteriorada y los médicos llevan realizando el pedido de reparaciones hace más de un año y las autoridades hasta el momento no se han manifestado al respecto.
El jefe de pediatría del nosocomio mencionó que en el lugar tienen un conflicto terrible, ya que un lugar tan grande, que era utilizado para internaciones pediátricas, fue clausurado hace más de un año para, supuestamente, refaccionarlo. Denunció que hasta la fecha no hubo reparaciones, solo fue clausurada y con el correr del tiempo empeora su estado de deterioro.
“Tuvieron (las autoridades) un año de tiempo para arreglar, para ponerlo en forma. Ni siquiera es construir algo nuevo. Es arreglar lo que ya está y darle la oportunidad a este montón de niños y niñas, sobre todo para que las mamás con recién nacidos se puedan internar en un lugar donde se les pueda atender”, indicó.
No solo el área de pediatría se ve afectada por la desidia de las autoridades, sino gran parte del hospital. En tanto, el sector más afectado es el sector donde se atiende a los más pequeños.
El profesional indicó que a pesar de la situación, siguen prestando asistencia médica a los miles de pacientes que llegan al día hasta el lugar. En tanto, la situación se agravada debido a los casos de chikunguya.
“Todo el hospital necesita remodelaciones y sobre todo pediatría, y más ahora que hay una alta demanda. Probablemente, esta pandemia (de chikungunya) nos va a dejar muchas enseñanzas. Pero, si no tomamos políticas públicas claras, si no tomamos acciones concretas, lo que vamos a tener son lamentaciones y decesos”, remarcó.
Aseguró que la zona afectada en el área pediátrica lleva más de 30 años de fiel servicio y en la actualidad la dejaron a su suerte, robándole la oportunidad a cientos de niños de tener un lugar de internación digno.
¿Qué dicen las autoridades? Según Irrazabal, han enviado a través de la jefatura de pediatría diversas notas demostrando la utilidad de habilitar las salas, la cual estaba funcionando hasta que debieron vaciarla para su arreglo, pero que nunca se concretó la remodelación del lugar.
“Por lo menos cinco notas anuales hay (sobre la situación del hospital). En una reunión con la directora general, la misma nos dijo: '¿de dónde van a sacar la plata?’. Nosotros no tenemos ninguna posibilidad de evaluar un presupuesto, ya que tenemos que estar en el campo de batalla. Esa es la respuesta que se le da a esa mamá o a ese papá que está sentado en una silla o sentada afuera, en la sombra, esperando que se la atienda”, indicó.
Recordó que el Hospital Nacional de Itauguá cuenta con el centro quirúrgico infantil más grande e importante del país, así como el Centro de Traumatología, oncológico, cirugías neurológicas e infectología. Ahora, les urge una solución para brindar una atención y comodidad a todos los pacientes, en especial a los niños.
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Aseguró que ellos, como profesionales de la salud, son los garantes de la atención de calidad y equidad, pero las condiciones del hospital no son las óptimas para cumplir con ese objetivo y esto podría desembocar una conducta temeraria de los médicos, donde se pueden cometer errores y negligencias.
Por último, el jefe de Urgencias Pediátricas hace un último llamado a las autoridades para mejorar la infraestructura del lugar y lograr una atención de calidad y equidad.
“No pueden dejar esta sala como la herencia del gobierno fracasado en sus políticas públicas. Tienen la obligación moral de arreglar la sala y dejar a los niños y niñas en la posibilidad de tener una atención en calidad y equidad. Tienen un conflicto moral grave nuestras autoridades. Es una deuda ética con los niños y la población. Ahora, desde sus cargos tienen la oportunidad de remediarlo”, finalizó.