Hoy meditamos el Evangelio según San Juan 20:1-9. El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “No es fácil estar abierto a Jesús. No se da por descontado aceptar la vida del resucitado y su presencia entre nosotros. El Evangelio nos hace ver diversas reacciones, la del apóstol Tomás, la de María Magdalena y la de los dos discípulos de Emaús. Nos hace bien compararnos con ellos.
Tomás pone una condición a la fe, pide tocar la evidencia, las llagas; María Magdalena llora, lo ve pero no lo reconoce, se da cuenta de que es Jesús sólo cuando él la llama por su nombre; los discípulos de Emaús, deprimidos y con sentimientos de derrota, llegan al encuentro con Jesús dejándose.
Cada uno por diferentes caminos, buscaban entre los muertos al que está vivo, y fue el mismo Señor el que corrigió el rumbo. Y yo, ¿qué hago? ¿Qué rumbo sigo para encontrar a Cristo vivo? Él estará siempre cerca de nosotros para corregir el rumbo si nos equivocamos.
¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Esta pregunta nos hace superar la tentación de mirar hacia atrás, a lo que ha sido ayer y nos empuja adelante, hacia el futuro. Jesús no está en el sepulcro, ha resucitado.
Hoy nos es dirigido también a este interrogativo. Tú...
•¿Por qué buscas entre los muertos a aquel que está vivo, tú que te cierras en ti mismo después de una derrota y tú que no tienes más fuerzas para rezar?
•¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que te sientes solo, abandonado por los amigos y quizás también por Dios?
•¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que has perdido la esperanza y tú que te sientes prisionero de tus pecados?
•¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que aspiras a la belleza, a la perfección espiritual, a la justicia, a la paz?“
Asimismo durante una Vigilia Pascual, el Sumo Pontífice dijo: “Vayamos a anunciar, a compartir, a descubrir que es cierto: el Señor está vivo. Vivo y queriendo resucitar en tantos rostros que han sepultado la esperanza, que han sepultado los sueños, que han sepultado la dignidad. Y si no somos capaces de dejar que el Espíritu nos conduzca por este camino, entonces no somos cristianos”.
“Con la Resurrección, Cristo no ha movido solamente la piedra del sepulcro, sino que quiere también hacer saltar todas las barreras que nos encierran en nuestros estériles pesimismos, en nuestros calculados mundos conceptuales que nos alejan de la vida, en nuestras obsesionadas búsquedas de seguridad y en desmedidas ambiciones capaces de jugar con la dignidad ajena”, dijo también.
En la homilía, el Papa advirtió que a veces “casi sin darnos cuenta, podemos acostumbrarnos a convivir con el sepulcro, a convivir con la frustración. Más aún, podemos llegar a convencernos de que esa es la ley de la vida, anestesiándonos con desahogos que lo único que logran es apagar la esperanza que Dios puso en nuestras manos”.
El Santo Padre invitó a los fieles a acudir con las mujeres al sepulcro y “anunciar la noticia”. “A todos esos lugares donde parece que el sepulcro ha tenido la última palabra, y donde parece que la muerte ha sido la única solución, vayamos a anunciar, a compartir, a descubrir que es cierto: el Señor está vivo”.
(Frases extractadas de https:// www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-Juan-20-1-11-18-maria-magdalena-sepulcro-piedra-jesus y https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-en-vigilia-pascual-dejemos-el-sepulcro-y-el-pesimismo-porque-cristo-esta-vivo-54055).