La aeronave Bombardier, con matrícula RA-73550 y de la compañía aérea rusa RusJet, pasó 24 horas en el aeropuerto de El Calafate, al sur de Argentina, desde donde habría volado hasta Asunción, Paraguay, para abastecerse de combustible.
La aeronave rusa aterrizó en el aeropuerto internacional de El Calafate “Armando Tola”, al sur de Argentina, el pasado sábado 22 de abril, a las 17:47, procedente del aeropuerto Guarulhos de São Paulo, Brasil.
Ya en suelo argentino, la tripulación efectuó los trámites de Aduana y Migraciones, como todo avión privado, sin registrar una escala previa en otro aeropuerto argentino.
En ese país, no pudo cargar el petróleo ¿Por qué? Debido a que las compañías que operan en los aeropuertos argentinos se negaron a prestar el servicio de carga de combustible ante las sanciones internacionales que afronta la Federación Rusa luego de la invasión de Ucrania, medidas que afectan también a ciudadanos y activos privados, según refiere una publicación del portal argentino La Nación.
La visita relámpago del avión ruso por suelo argentino motivó, a su vez, un pedido de informes al Ejecutivo argentino por parte de diputados de la oposición, quienes exigieron detalles sobre el vuelo, sus tripulantes, pasajeros, escalas, las implicancias y consecuencias del aterrizaje.
En tanto, el medio argentino La Nación confirmó -tras consultar fuentes de su país y de Paraguay- que el avión ruso no logró cargar combustible en El Calafate por las restricciones que pesan sobre aviones de bandera rusa, y estuvo en pista durante 24 horas.
Y según confirmó el citado portal argentino, no existe un instrumento escrito en la normativa aeronáutica argentina que prohíba el suministro de petróleo a las aeronaves rusas, Sin embargo, las petroleras argentinas evitan posibles sanciones de EEUU ante eventuales ayudas a aviones de bandera rusa y cuyas acciones cotizan en la bolsa norteamericana.
Itinerario del vuelo: Rusia, Marruecos, Brasil, Argentina y Paraguay
El avión ruso inició su periplo el pasado viernes 21 de abril desde Moscú, evitando atravesar el espacio europeo debido a las restricciones impuestas a la Federación Rusa por su invasión a Ucrania.
Siguió su rumbo el sábado 22 de abril por el aeropuerto Casablanca, en Marruecos, y siguió hasta el aeropuerto Guarulhos de São Paulo, Brasil, aterrizando ese mismo día.
De allí partió a El Calafate sin escalas, donde estuvo 24 horas y el domingo 23 partió a las 18.00, para luego aterrizar tres horas después en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires.
Aunque los pasajeros no tuvieron problemas, a la aeronave se le negó el suministro de combustible ante el temor de que el Gobierno estadounidense sancione a las compañías argentinas.
Posteriormente, cuatro tripulantes del Bombardier partieron rumbo a Asunción, Paraguay, poco más de una hora después de pisar Ezeiza. En suelo paraguayo pudieron cargar combustible, gracias a la ayuda de la firma paraguaya AG Aeroservices, para nuevamente volver a Buenos Aires.
En los formularios para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, de Paraguay, figuran como tripulantes los rusos Elia Sevriukov (piloto), Igor Shatalov (primer oficial) y Yulia Penkina (azafata), y el argentino Federico Pereyra (navegador). Tras retornar a Argentina, el Bombardier fue a São Paulo y luego a Río de Janeiro, Brasil.