30 ene. 2025

¿Por qué es rentable invertir en las mujeres?

Por Edna Armendáriz, representante del Grupo BID en Paraguay

La desigualdad de género en la participación económica restringe el acervo de talento en el mercado laboral y puede conducir a una asignación menos eficiente de los recursos y a un menor crecimiento del producto interno bruto (PIB). Estimaciones recientes sugieren que cerrar las brechas de género en la región derivaría en un aumento del PIB del 14% para 2025. Si esto se extrapola a Paraguay, significa que el producto adicional que se generaría sería casi el doble del producto agrícola. Además, mejorar la condición económica y social de las mujeres contribuiría a mejores resultados de desarrollo para las nuevas generaciones.

A pesar de algunos avances, Paraguay ocupa una de las peores posiciones en materia de igualdad en género en la región. El Índice Global de Brecha de Género de 2021 del Foro Económico Mundial ubica al país en la posición 21 de los 26 países de América Latina y el Caribe, y en el lugar 86 de un total de 156 países del mundo.

Las mujeres en Paraguay enfrentan desafíos para acceder a más y mejores oportunidades económicas, que se traducen en la falta de empleos de calidad, de habilidades digitales y de acceso a financiamiento. Las brechas de género en el mercado laboral se ampliaron con la pandemia. Según el Observatorio Laboral del BID, durante el primer semestre de 2020 las mujeres perdieron más empleos que los hombres, y ante el incremento de las demandas de cuidado muchas decidieron retirarse del mercado laboral. Aunque en 2021 la ocupación en general se recuperó, la brecha de género en la participación laboral sigue siendo de 25%, con un mayor porcentaje de mujeres en empleos informales y de baja remuneración.

La segregación ocupacional tiene mucho que ver con las desigualdades de género. Según un informe del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess), la informática ocupa el primer lugar entre las profesiones con mayor demanda laboral en el país. Sin embargo, la Cámara Paraguaya de la Industria del Software (Cisoft) menciona que solo el 30% de los profesionales en TIC que trabajan en las empresas del gremio son mujeres. Este número se reduce al 5% cuando se refiere a las empresas de Cisoft que son lideradas por mujeres.

Con relación al acceso a financiamiento, 55% de los créditos otorgados en Paraguay corresponden a hombres, mientras que el 40% a mujeres, porcentajes que se han mantenido relativamente estables en el tiempo .

La inversión en el empoderamiento económico femenino es una prioridad. En el marco de la visión 2025 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), contribuimos en tres frentes:

Promoción del empleo formal. En el marco del Programa de Apoyo a las Exportaciones con el Ministerio de Industria y Comercio, se estima que el 32% de la fuerza laboral de las empresas beneficiadas es femenina. Como parte del proyecto con la Unión Industrial Paraguaya, se han formado líderes de pymes en la metodología de innovación abierta para promover la colaboración y adopción de innovación entre emprendimientos y empresas. También se vienen integrando los temas de género en sectores tradicionalmente masculinizados. Estamos impulsando la participación de la mujer en el sector de la construcción y mantenimiento de caminos vecinales, a través de la inserción del tema en los pliegos de bases y condiciones de las obras, pasantías y capacitaciones; lo mismo que en las juntas de saneamiento facilitando el intercambio de experiencias y conocimientos puestos al servicio de la comunidad.

Inclusión digital. Las mujeres están subrepresentadas en el desarrollo de nuevas tecnologías y, por lo tanto, corren el riesgo de quedarse atrás en obtener empleos de calidad, salarios altos, trabajos flexibles y oportunidades de crecimiento. El Banco, a través de un proyecto con la Fundación CIRD, busca implementar modelos de formación ágiles, intensivos, cortos, con un enfoque de género y contenido de programación y habilidades digitales básicas y avanzadas con alta demanda en el mercado laboral.

Inclusión financiera. Es un catalizador de la equidad de género, ya que permite a las mujeres expandir sus capacidades para generar ingresos, ser económicamente autónomas y ampliar su voz en la toma de decisiones. El BID ha promovido el diálogo entre los actores del ecosistema sobre los obstáculos y experiencias regionales en inclusión financiera con foco en género, y está apoyando al sector financiero y a decisores de políticas públicas en potenciar intervenciones innovadoras no solo con productos financieros, sino con iniciativas de capacitación, redes de contacto y programas de mentoría.

Por último, los datos de buena calidad son el punto de partida para el mejor diseño de políticas públicas e intervenciones. El Banco apoya la elaboración del Censo Nacional de Población y Vivienda 2022 y la incorporación de indicadores para temas de género y diversidad en encuestas a nivel de empresas, como la Encuesta de Innovación Empresarial y Chequeo Digital.

Invertir recursos públicos y privados para capitalizar en el potencial económico de la mujer paraguaya es una decisión ganadora a favor del desarrollo sostenible de Paraguay.