De acuerdo a Norman Ramírez, del Senacsa, la paraguaya que llegó desde España para pasar las fiestas con su familia entregó el Certificado Veterinario de Importación (CVI) de su conejo correspondiente para mascotas. El problema es que, en el país, son reconocidos con esta documentación solo los perros y los gatos.
Para los demás animales se requiere de un CVI diferente a nivel Mercosur. En ese sentido, comentó que el conejo de apoyo emocional de la compatriota Melissa Becvort no realizó la cuarentena en el país de origen y tampoco se realizó los chequeos para descartar enfermedades.
Admitió que, según el manual de procedimiento, propusieron primeramente a la propietaria que el conejo sea devuelto a España o su sacrificio.
“Nosotros debemos resguardar el estatus sanitario de nuestro país con respecto a estas enfermedades que nosotros exigimos”, justificó en NPY.
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Ramírez atribuyó la responsabilidad a Melissa por no interiorizarse de los requisitos, pero al mismo tiempo reconoció que en el Aeropuerto Silvio Pettirossi no existe un lugar para resguardar a los animales mientras se solucionan los inconvenientes.
La compatriota llegó al país a las 7:30 del miércoles y desde entonces pasó horas de angustia tratando de recuperar y salvar la vida de su conejo, que la acompaña con prescripción médica, debido a que sufre de trastorno de ansiedad generalizada.
Melissa no paró de pelear para recuperar a Sansón y con ayuda de una abogada logró que se lo entregaran en la madrugada de este viernes, bajo un acta.
El funcionario de Senacsa explicó que el conejo deberá cumplir una cuarentena con la propietaria por un periodo de 30 días, sin la posibilidad de movilizarse del lugar y bajo supervisión de la institución. Durante este periodo, será sometido a pruebas para su posterior liberación.