03 ene. 2025

Por un Paraguay con trabajo, justicia, igualdad y democracia

Se va un año complicado, que nos ha dejado experiencias positivas y negativas. Hubo logros que nos permiten mantener la confianza en la capacidad que tenemos los paraguayos para alcanzar las metas. Así, en el ámbito deportivo y cultural, hubo éxitos que fueron el producto del esfuerzo constante. Lamentablemente, debemos reconocer también los déficits que nos quedan en lo social y económico, pero el más grande de todos es el distanciamiento de la clase política de las necesidades de la población y la pérdida de credibilidad de nuestras autoridades.

Hay motivos en este fin de año para el desencanto y la frustración. En la balanza entre los hechos negativos y positivos es difícil encontrar el equilibrio, pero no por eso deberíamos cejar en el empeño de encontrar motivos para la esperanza. El 2024 nos ha brindado algunos momentos de gran satisfacción a nivel país.

La guarania fue incorporada a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, lo que representa un gran logro para el país y un merecido homenaje a su creador, José Asunción Flores. Además, este año la Selección Paraguaya de Fútbol recuperó la garra y hoy nos ilusiona con una clasificación a un Mundial de Fútbol, del cual estamos ausentes desde hace 12 años. Es difícil negar que el gol de chilena de Tonny Sanabria ante la selección campeona del último mundial colaboró para mejorar notablemente el humor social de la población.

Asimismo, en diferentes áreas hubo ejemplos de compromiso, trabajo honesto, esfuerzo e innovación de paraguayos y paraguayas que, superando las adversidades y con perseverancia, lograron mostrarnos que ese otro Paraguay es posible.

Hay, no obstante, motivos para la frustración. Precisamente en el año en el que la democracia cumplió 35 años, los mismos años que alcanzó la nefasta dictadura de Alfredo Stroessner, se observa un preocupante retroceso.

Este año se hizo más que evidente el resurgir del autoritarismo. Después de las últimas elecciones generales del 2023, la mayoría colorada cartista del Parlamento ha exhibido sin vergüenza ni complejos su vocación antidemocrática. Varias decisiones tomadas por esa mayoría absoluta así lo acreditan.

Para deshacerse de una oponente política, los senadores colorados cartistas y sus aliados desnaturalizaron la figura de la pérdida de la investidura al expulsar a la senadora Kattya González, y lo hicieron abusando de instrumentos constitucionales. Decidieron que con una mayoría de 23 senadores se podía aprobar la pérdida de investidura, pisoteando el reglamento que ellos mismos habían alterado antes para defender a correligionarios cuestionados. Luego vino el denominado des des desafuero , una decisión con trasfondo político partidario y hasta entonces sin precedentes.

En este balance debe mencionarse la conocida como ley garrote contra las organizaciones no gubernamentales, vista como la criminalización de la sociedad civil. Una filtración de datos desde la Comisión Bicameral de Investigación de Casos de Lavado de Activos puso en evidencia la amenaza y luego un audio del senador colorado-cartista Gustavo Leite puso en evidencia la presión contra las oenegés, pues desvelaba su vinculación a una oenegé que recibía millonarios recursos de Itaipú y Tabesa.

La frase del año debería ser: “Para mis amigos, todo; a mis enemigos, la ley”. Este 2024 puede ser recordado como el año en que el nepotismo quedó impune en el Congreso y que en medio de una fuerte crisis económica los parlamentarios aprobaron leyes que perjudican a los trabajadores modificando el cálculo jubilatorio del IPS y, posteriormente, procedieron a autoaumentarse los salarios, una semana antes del inicio de sus tres meses de vacaciones pagadas por el erario.

Asimismo, es preocupante que en el reciente informe del Latinobarómetro se muestre al Paraguay como un caso perdido en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico.

Precisamente, debido a este balance, los paraguayos debemos seguir bregando por un país más justo y democrático con oportunidades para sus jóvenes, trabajo, educación y salud, y que todos puedan vivir con bienestar y dignidad.

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Estos días festivos nos han proporcionado el tiempo propicio para compartir con la familia y recargar fuerzas para encarar este 2025, esperando que esa patria soñada que todos anhelamos sea posible, a pesar de los enormes déficits que acarreamos y de todos los obstáculos. La construcción de un país que brinde oportunidades a todos es posible, pero para ello es necesario el compromiso y la coherencia de la clase política, así como la acción de los paraguayos y paraguayas que ansían vivir con dignidad.
El año 2024 se va con un buen nivel de crecimiento económico y una proyección para 2025 que, aunque más baja, sigue siendo interesante. No cabe duda de que, desde el análisis macroeconómico, el anuncio del grado de inversión para Paraguay es también un buen resultado. Sin embargo, otros aspectos macroeconómicos en el marco de la política fiscal son signos de alarma, como las bajas recaudaciones tributarias en un contexto de alto endeudamiento público y la limitada calidad del gasto. La inflación de alimentos, combinada con reducidos ingresos laborales, también debería preocupar, ya que estos indicadores afectan de manera directa el bienestar económico de la población.
Entre las noticias relevantes de las últimas semanas se encuentra el proceso de aprobación de una nueva ley del servicio civil. Las autoridades competentes en el tema argumentan que una nueva ley es necesaria para mejorar la calidad de la función pública. Sin embargo, la ley anterior no era mala y no se cumplió debido al prebendarismo existente en todo el sector público. Más que nuevas leyes, lo que el país necesita es que se cumplan las existentes. Esperemos que las autoridades, una vez aprobada y promulgada, realicen las acciones necesarias para hacerla cumplir a rajatabla y que esto se refleje en el corto plazo en una gestión de mayor calidad.
La celebración de la Navidad dejó su secuela de accidentes y sucesos de violencia. En el Hospital de Trauma –entre el 24 y 25 de diciembre– fueron reportadas 61 personas atendidas, a consecuencia de accidentes de tránsito, tres de ellas menores de edad. Lamentablemente, tampoco faltaron las heridas por el uso irresponsable de petardos, personas que sufrieron amputaciones de dedos, quemaduras, lesiones oculares, etc. Recordemos que estos incidentes pueden enlutar las celebraciones, todo se puede evitar actuando con prudencia.