Los pedidos a la industria militar, agregó Poroshenko, se harán “tomando en cuenta plenamente la experiencia que han adquirido las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional de Ucrania en los combates en el este” del país contra las milicias separatistas prorrusas.
“No se volverá a gastar miles de millones, dinero de los contribuyentes, en programas científicos que nadie necesita y que sólo han servido como instrumentos de malversación”, dijo Poroshenko, quien ayer visitó la ciudad de Slaviansk, que hasta el pasado sábado fue el principal bastión de los separatistas.
Agregó que la industria del país producirá “armas de alta precisión, drones, todo lo que necesite el Ejército ucraniano, desde chalecos antibalas hasta visores de rayos infrarrojos”.
Durante su visita a Slaviansk, Poroshenko aseguró que las autoridades ucranianas harán todo lo posible por que la ciudad retorne cuanto antes a la normalidad.
El presidente ucraniano indicó que la recuperación del control gubernamental de ciudades que estaban en poder de las milicias separatistas “ha sido posible cuando la gente ha entendido que no quería seguir viviendo bajo presión, encañonada por las metralletas de bandidos”.
Al mismo tiempo, Poroshenko declaró que está dispuesto a celebrar negociaciones políticas sobre el futuro de las regiones orientales Lugansk y Donetsk, pero sólo con sus “verdaderos dueños; con los obreros metalúrgicos, con los mineros, con la gente que representa la mayor fuerza, pero que ha sido coaccionada con las armas”.
Insistió en que está abierto al diálogo con aquellos que estén dispuestos a deponer las armas, a celebrar nuevas elecciones regionales y a negociar la descentralización del poder.