Karen Leguizamón, presidenta de la Asociación de Importadores y Comerciantes Frutihortícolas del Mercado Central de Abasto de Asunción, afirmó que desde que se autorizó la importación de tomates, esta hortaliza fundamental bajó su precio casi en un 50%, luego de que durante la semana pasada una caja de 20 kilos superara, en promedio, los G. 120.000.
“Aquí, en el Abasto, se encuentran cajas de tomates importados de 20 kilos, a partir de G. 60.000, aunque incluso, los de menor calidad, se pueden encontrar entre G. 50.000 y G. 55.000 la caja de 20 kilos, o sea que bajaron los precios desde que se autorizó la importación, al igual que la papa y la cebolla, que están manteniendo sus precios bajos”, expresó la comercializadora del Abasto Municipal.
En el listado de precios proporcionados por el MAG, los precios del tomate santacruz paraguayo varían entre G. 60.000 y G. 90.000 la caja de cartón de 20 kilos, con un precio promedio de G. 76.667. La caja de madera de 20 kilos de tomate santacruz, también de producción nacional, entretanto, tiene precios que van entre G. 70.000 y G. 75.000, con un promedio de G. 71.667.
En cuanto a la papa, Leguizamón comentó que hace un mes se encontraba a G. 90.000 la bolsa de 20 kilos, mientras que ahora se redujo a un promedio de G. 61.667 la bolsa de 20 kilos. Este producto, por ejemplo, es importado de la Argentina en este momento, ante la temporada baja de producción de papa paraguaya.
El locote paraguayo se está comercializando en el Abasto Municipal a G. 13.333 el kilo, mientras que el rojo, de origen argentino, tiene un costo de G. 130.000 la caja de cartón de 10 kilos. La cebolla proveniente de Brasil oscila entre G. 50.000 y G. 52.000 la bolsa de 20 kilos. Por otro lado, la misma hortaliza, pero de origen argentino, se vende entre G. 45.000 y G. 48.000 la bolsa de 20 kilos. En tanto que la bolsa de 20 kilos de zanahoria argentina oscila entre G. 160.000 y 170.000.
Precios no bajan. A pesar de que los precios de las hortalizas se están reduciendo en el Mercado Central de Abasto, eso no se refleja en los comercios, criticó Leguizamón.
“La mayoría de los productos que en este momento están circulando son importados, por eso bajaron los precios”, explicó.
Leguizamón se quejó de la dificultad que tienen los comercializadores del Abasto para sentarse a conversar con los representantes de los gremios comerciales sobre la fijación de los precios de las hortalizas, lo que resulta directamente en detrimento de los consumidores.
“El tema es que no existe una voluntad política real de establecer una mesa para controlar los precios y la calidad de los productos ofrecidos al consumidor. Cuando tenemos producción nacional por ejemplo, el Gobierno, por quedar bien con los productores o por votos, cierran la importación, con lo que aumenta el contrabando y ese es un problema que los trabajadores formales enfrentamos de forma cíclica”, refirió Leguizamón.