Este fenómeno también se refleja en los sustitutos de la carne vacuna, como el pollo y el cerdo, que mostraron ajustes en sus precios, aunque con subas y bajas.
El vacío, uno de los cortes más demandados para el tradicional asado, lideró las subas con un incremento de 9,28%, al pasar de G. 48.500 a G. 53.000 por kilo.
La costilla de primera subió 5,67%, llegando a G. 41.000 por kilo, tras haber costado G. 38.800. Otros cortes, como la tapa cuadril y la carnaza de primera, también registraron alzas del 3,57% y 1,75%, respectivamente. En contraste, el peceto fue el único corte que sorprendentemente tuvo una baja significativa, de 7,22%, pese a ser una alternativa importante para los platos de Navidad y Año Nuevo.
CAUSAS. Joaquín González, presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), en una entrevista con Monumental 1080 AM abordó los motivos del aumento de los precios de la carne. Según dijo, uno de los factores claves es la mayor demanda de ciertos cortes, como el muslo de pollo, que es el más consumido en el país.
En cuanto a la carne vacuna, señaló que la costilla es el corte más demandado, pero las exportaciones también juegan un papel importante en el aumento de su precio. Aunque tradicionalmente la costilla no se exportaba debido a su hueso, ahora sí está siendo embarcada, lo que ha generado escasez en el mercado local y, en consecuencia, un aumento en su precio.
Este fenómeno, según González, ha generado confusión, ya que al aumentar la faena de animales, se esperaría que hubiese más costilla disponible, pero esta sigue siendo escasa y cara. Otro factor que contribuye a las subas es la relación con el dólar, explicó, ya que los productores tienen la opción de vender en el mercado local en guaraníes o en dólares para exportar.
Para el presidente de Capasu, las ventas de carne siempre aumentan con la llegada de las fiestas de fin de año, especialmente en las primeras semanas de diciembre, aunque destacó que, a partir del 2 de enero, se espera una caída en la actividad comercial.
PRODUCTORES. Sin embargo, los productores se desmarcan de las subas y afirman que no perciben mejoras en el pago por su ganado, por lo que denuncian una “manipulación” de precios, además de un oligopolio en la industria.
“No estamos recibiendo un precio que cubra nuestros costos. Los productores no tenemos ninguna injerencia en la formación del precio final a los consumidores. La Conacom es la que debe investigar al respecto y fijar una posición”, enfatizó, por su parte, Mario Balmelli, presidente de la Comisión de la Carne de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el gremio ganadero.
Mientras los consumidores siguen enfrentando una mayor presión económica por las subas, la Comisión Nacional de Competencia (Conacom) continúa recabando datos para definir si inicia o no de oficio una investigación sobre una posible especulación en los precios de la proteína.
El análisis de los precios de los sustitutos de la carne vacuna revela tendencias mixtas. Entre los cortes de pollo, las alitas registraron un aumento del 8%, pasando de G. 25.000 a G. 27.000 por kilo, mientras que el puchero de pollo mantuvo su precio en G. 9.600 y la pechuga de pollo mostró una fuerte baja del 37,5%, pasando de G. 24.000 a G. 15.000 por unidad. En cuanto a los cortes de cerdo, las variaciones fueron más moderadas. La costilla de cerdo experimentó una leve reducción del 1,4%, al pasar de G. 34.500 a G. 34.000 por kilo, mientras que la pierna de cerdo y la paleta de cerdo tuvieron descensos de 2,15% y 0,21%, respectivamente. Por otro lado, la costeleta de cerdo subió 1,70%, alcanzando G. 27.000, y la costilla de primera porcina tuvo un alza del 5,55%, llegando a G. 41.000.