Martes/24/JULIO/2007 | Fuente EFE
Una investigación hecha por el diario Correio Braziliense en los archivos del desaparecido Centro de Informaciones del Exterior (Ciex) demostró que el régimen militar, que llegó al poder por la vía del golpe en 1964 y se mantuvo hasta 1985, tenía agentes en por lo menos quince países.
En Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos, Italia, Francia, Portugal, Argelia, Checoslovaquia y China, los agentes brasileños contaban con la colaboración de autoridades locales, sostiene el diario.
El periódico tuvo acceso a “8.000 archivos del Ciex” en los que se habla del llamado “Plan de búsqueda externa”, eufemismo utilizado para definir las operaciones de vigilancia y captura de exiliados que estaban a cargo de ese departamento de la Cancillería cerrado tras la caída del régimen militar, en 1985.
Entre los casos más notorios se menciona el del militante de izquierdas Edmur Pericles Camargo, exiliado en Chile, quien “en junio de 1971" viajó a Buenos Aires y fue detenido “en el aeropuerto de Ezeiza por autoridades brasileñas y argentinas, en base a informaciones del Ciex”.
Camargo nunca fue hallado y “su desaparición fue oficialmente registrada como ocurrida en 1975", indica el matutino.
Agrega que “el intercambio de informaciones entre el Ciex y las agencias de otros países llevó a la localización de miembros de movimientos de izquierda en todo el mundo”, y apunta que también “fueron perseguidos empleados de empresas y autoridades”.
Las actividades de la diplomacia y los servicios secretos de Brasil, según Correio Braziliense, permitieron localizar en varios países a militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, de los Montoneros argentinos y de los Tupamaros uruguayos, entre otros grupos.
La investigación del diario considera que, por la existencia de su propia red, Brasil “subestimó" el llamado Plan Cóndor, que con los mismos fines fue puesto en marcha en 1976 por las dictaduras de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, y en el que también participó el régimen brasileño.
Correio Braziliense cita un informe del Ciex de 1977 en el que se dice que Uruguay decidió “poner en práctica el Plan Cóndor”, pero aclara que “sólo con la finalidad de detectar actividades de elementos izquierdistas vinculados al medio estudiantil local”.
El diario consultó sobre el asunto al Ministerio de Relaciones Exteriores, que hasta ahora jamás había admitido la existencia del Ciex, y obtuvo como respuesta una nota en la que se que dice que “no hay comentarios que hacer sobre un pasado que felizmente dejó de existir”.
El trabajo de investigación del Correio Braziliense ha llevado a algunos dirigentes políticos y activistas de derechos humanos a exigir la apertura de todos los archivos de la dictadura, promesa hasta ahora no cumplida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Países como Argentina y Chile, que tuvieron dictaduras mucho más sangrientas, han abierto sus archivos, pero aquí se sigue negando información a las familias de las víctimas”, dijo el presidente del Movimiento Justicia y Derechos Humanos, Jair Krische