Al tiempo de mencionar que Paraguay va a llegar a necesitar más geriatras que pediatras, el especialista recordó que hoy solo el 30% de la fuerza productiva aporta para su jubilación, preguntándose de aquí a algunos años quiénes sostendrán el sistema, si ya casi no habrá esa mismo escenario.
“El horizonte para el bono demográfico era hacia el 2043, pero con estos resultados y la menor cantidad de gente habitando el Paraguay, probablemente se anticipe en el tiempo. Las cajas jubilatorias se resentirán, acentuando su carácter deficitario, que padecen ahora mismo”, manifestó.
Para Cano, la clave ahora mismo es garantizar la primera infancia, con todas las inversiones que se requieren, y aprovechar que aún impera el llamado bono demográfico. Además, se tendrán que recalcular, a su criterio, las políticas públicas en torno a la verdadera cantidad de personas que habitan el Paraguay.