Entre los peces muertos se encuentran ejemplares de dorado, surubí, manguruyú, boga, mbata, armado, entre otros.
Los pescadores creen que esto podría deberse a que los cardúmenes van a la zona del vertedero, son golpeados con una máquina y mueren. Por su parte, desde el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) mencionan que no se puede descartar ninguna hipótesis y las causas pueden ser varias.
“Hace ocho días que vienen apareciendo, flotando en el río los cadáveres (de peces). Cada año sucede algo similar, pero este año es peor. A nosotros (los pescadores) nos controlan hasta el más mínimo detalle y con esto, las autoridades, no hacen nada”, dijo Máximo Espínola, presidente de los pescadores del Sur.
Asimismo, el pescador denunció que las aguas del Paraná huelen mal debido a los peces muertos. Espínola sostuvo que los peces presentan lesiones de golpes y aplastamiento, en algunos casos.
Por su parte, el jefe del Mades en Ayolas, Adán Leguizamón, mencionó que funcionarios de la institución se encuentran realizando verificaciones en la zona y que las causas pueden ser varias.
El funcionario recordó que el año pasado la causa de la mortandad de peces fue debido al bajo caudal del agua y que los peces grandes se contaminaban con un parásito. “Seguimos verificando esa situación, no podemos descartar ninguna hipótesis”, agregó.
Desde esta semana está en vigencia la veda pesquera en las aguas compartidas con Brasil y Argentina. Durante este periodo, el Mades pretende redoblar los controles.