El presidente Mario Abdo Benítez mantuvo una reunión en el Palacio de Gobierno este martes con autoridades del Ministerio del Interior, Ministerio de la Defensa Nacional, la Comandancia de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas de la Nación, la Secretaría Nacional de Inteligencia y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Dichas fuerzas de seguridad le presentaron al jefe de Estado un plan de estrategias contra el crimen organizado transnacional.
El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, al salir del encuentro explicó a los medios que se lo pretende operativizar en la brevedad posible. “Esperamos que sea antes de este fin de semana. Es cuestión de logística”, agregó.
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Mencionó que se trata de una estrategia de duración prolongada que requerirá ampliar la cooperación internacional.
Sin embargo, sobre el punto indicó que el Gobierno está muy avanzado en dicho sentido ya que las tratativas están avanzadas con Brasil.
“Habíamos firmado un par de meses atrás en Brasilia con el comandante de la Policía (Luis Arias) un convenio de cooperación con la Policía Federal, para instalar el comando bipartito en la frontera entre Pedro Juan Caballero y Ponta Porã”, comentó Giuzzio.
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Sobre el punto acotó que el plan se enfocará en las ciudades fronterizas y que posteriormente es posible que se vaya extendiendo a Salto del Guairá, de Canindeyú, y Capitán Bado, de Amambay.
Giuzzio argumentó que esto implicará el refuerzo de la presencia de las fuerzas públicas, del orden, de inteligencia y operativas en la frontera, que van a tener objetivos previos en coordinación con autoridades de fuerzas aliadas de la región.
Al plan todavía le faltan ajustes, pero apunta a una presencia real de los organismos de seguridad del Estado, indicó.
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Según el ministro, el problema es la permanencia de las acciones en el tiempo, ya que “por lo general” cuando las fuerzas se retiran de un territorio se reinstalan los hechos de violencia.
Asimismo, agregó que en la fase de operatividad incluirá controles a las personas.
En el Departamento de Amambay se registró una ola de ataques y sicariatos, que cada día van más en aumento.