El pan de cada día. Un grupo de voluntarios de Presidente Franco consiguieron que una panadería les preste su horno para elaborar galletas y coquitos que donan a las familias pobres de los asentamientos de los kilómetros 5 y 6 de Monday. La entrega se hace cada mañana, para que forme parte del desayuno, junto con un litro de leche de soja.
Los beneficiarios, en su mayoría son trabajadores informales, que hace más de 15 días no salen a las calles para trabajar o vender, debido a la orden de aislamiento social dispuesta por el Gobierno Nacional como medida sanitaria para contener el avance del coronavirus (Covid-19) en el país.
SOLIDARIDAD. “Es una iniciativa de un grupo de jóvenes franqueños preocupados. Veíamos la necesidad extrema en nuestros barrios, en los asentamientos”, relató la licenciada María José González, una de las voluntarias.
Con las manos en la masa. Los voluntarios tienen a disposición una panadería cuya infraestructura están utilizando para la elaboración de galleta y coquito. Todo se financia a través de donaciones de personas que ofrecen los ingredientes necesarios para elaborar los panificados.
“Nos cedieron una panadería que no queremos decir dónde queda, para que la gente no se vaya a aglomerar en el lugar. Eso no queremos. Queremos ayudar, no complicar más la situación que hoy nos toca vivir como pueblo, como país”.
El cese laboral y el aislamiento total ya afectan a las familias de escasos recursos, que se dedican a trabajos informales como venta de yuyos, frutas y otros productos. Ante este panorama, se multiplican las iniciativas solidarias en gran parte del país.
María José González dijo que espera que en otros puntos del departamento se multipliquen gestos de solidaridad. “Nosotros queremos continuar. Todos los días estamos saliendo, repartiendo un kilo de panificado surtido, con dos litros de leche de soja por familia. Eso lo hacemos en las primeras horas de la mañana como desayuno”.
PANADERÍA DEL PUEBLO. Teresa Escobar, otra de las voluntarias, explicó que el sitio donde elaboran los panificados lo denominan Panadería del Pueblo.
“Así le llamamos a un local que nos prestaron y donde los valientes voluntarios nos vamos a preparar panificados que luego distribuimos en los barrios más carenciados”.
El pan que se elabora se destina a las familias que viven en situación de extrema pobreza, comentaron los voluntarios.
“Nos dividimos por grupos de trabajo y teniendo en cuenta las recomendaciones del Ministerio de Salud. Preparamos los coquitos y palitos más ricos de Alto Paraná, y que esto pueda seguir depende de la colaboración de la gente”.
¿CÓMO AYUDAR? La voluntaria señaló que en este momento tienen bolsas de harina, pero les falta aceite, anís, sal, levadura, azúcar, guantes, tapabocas y bolsitas para empaquetar.
Las donaciones pueden hacerse a través de los números (0973) 412-663 y (0973) 579-377.