El pasajero, que viajaba acompañado por su esposa, fue trasladado a un centro hospitalario para que le realicen estudios y le apliquen tratamiento para aplacar los síntomas del brote surgido en la ciudad china de Wuhan.
Desde la Cancillería argentina aseguraron que la sección consular del país suramericano en Japón mantuvo el contacto con el afectado y también con su hija, que no participó del viaje.
En total, se registraron ocho pasajeros argentinos en el Diamond Princess, y tanto ellos como el resto de los integrantes del viaje y la tripulación deben cumplir un período de cuarentena que se inició el 5 de febrero y finalizará el 19 del mismo mes.
Las autoridades japonesas pusieron en cuarentena ese buque el pasado lunes y pidieron a sus cerca de 3.700 ocupantes que no lo abandonen hasta dentro de unas dos semanas mientras se realizan las revisiones médicas.
Los 61 enfermos registrados en el buque han sido trasladados o están siendo enviados a centros médicos de Tokio y otras prefecturas próximas, mientras se siguen analizando las muestras de los pasajeros y tripulantes del Diamond Princess.
Ese crucero zarpó de Hong Kong el sábado, atracó en un puerto de Taiwán y estaba siguiendo su ruta hacia Japón.
En tanto el virus sigue expandiéndose, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este viernes que el mundo enfrenta una penuria de máscaras y equipamiento especializado, lo que ha provocado el disparo de los precios.
BALANCE. Un total de 34.546 personas resultaron infectadas en China continental. Y 722 de ellas murieron. Casi todas las muertes se produjeron en la provincia de Hubei, cuna del contagio, cuya capital es Wuhan.
Fuera de China, incluidas las regiones autónomas de Macao y Hong Kong, se confirmaron más de 320 casos de contagio en 30 países. Hasta el momento no se han registrado casos en América Latina y África.
La falta de material que podría tener un alcance global preocupa al director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. El mundo enfrenta “una escasez crónica de equipos de protección personal” contra el virus, avisó.
Muchos países han aumentado las restricciones a la entrada de personas procedentes de China y desaconsejan viajar al país.
En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, conversó telefónicamente con su homólogo chino, Xi Jinping, al que felicitó por un “trabajo muy profesional”.
Muerte de médico genera indignación
La muerte del médico que alertó del nuevo coronavirus sacudió a la opinión pública china y obligó a las autoridades a reaccionar. El oftalmólogo Li Wenliang, de 34 años y que trabajaba en Wuhan, alertó a finales de diciembre sobre la aparición del virus en esa ciudad. Fue sancionado por ello. Su muerte, a causa de la infección, provocó duros comentarios en las redes sociales. “Es un héroe que dio la alarma y lo pagó con su vida”, escribió uno de sus colegas de Wuhan en la red social Weibo. La etiqueta “pedimos libertad de expresión” surgió en las redes, y fue censurada. La amplitud de las críticas llevó a las autoridades a lamentar públicamente la muerte del doctor, algo inédito, y a anunciar una investigación exhaustiva.