Este logro, que ha marcado un antes y un después en los servicios de salud visual de la región, fue posible gracias al convenio entre el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), la Fundación Tesãi, la Fundación Visión y la Itaipú Binacional.
Los pacientes con la donación son de un joven de 18 años y un hombre de 67.
Ambos padecían problemas severos de visión y, gracias a la solidaridad de una familia que decidió donar los órganos de un ser querido en un momento de dolor, ahora tienen la oportunidad de recuperar su calidad de vida.
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El doctor Edgar Duarte, jefe del Departamento de Segmento Anterior de la Fundación Visión, lideró el equipo médico encargado de las cirugías, en coordinación con profesionales locales.
Duarte expresó su optimismo y resaltó la importancia de que estos trasplantes se conviertan en procedimientos regulares en la región, con el objetivo de que los pacientes del Alto Paraná no tengan que viajar a otras ciudades para acceder a este tipo de intervenciones de alta complejidad.
“La idea es que las captaciones de tejidos realizados en el departamento queden para los pacientes locales”, afirmó, apuntando a un mayor acceso a estos tratamientos.
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El trasplante de córneas fue el resultado de la colaboración entre equipos de la Fundación Visión y la Fundación Tesãi. Cirujanos, oftalmólogos, anestesistas y enfermeros unieron esfuerzos para garantizar el éxito de la operación, destacando la importancia del trabajo multidisciplinario.
Entre los profesionales que participaron se encuentran: la doctora Liz Martínez, el doctor Javier González, director del Banco de Córneas de Paraguay, y el doctor Gerardo González, quienes viajaron desde Asunción para colaborar en esta intervención pionera.
Por su parte, el doctor Richard Ayres, jefe de quirófano y cirujano general, junto con el oftalmólogo doctor Carlos González del Hospital del Área 2, formaron parte del equipo local. Este trasplante refuerza la capacidad del sistema de salud local.
Para los beneficiados, este trasplante significa mucho más que una intervención médica, ya que les da la posibilidad de retomar sus actividades.
Un joven de 18 años ve en esta cirugía una oportunidad de retomar sus estudios y actividades diarias sin las limitaciones que implicaba su condición visual.
Un hombre 67 años, además del trasplante de córneas, fue sometido a una cirugía de cataratas y a la implantación de un lente intraocular, lo que mejorará considerablemente su calidad de vida.
Este trasplante no es solo una historia de avance médico; es también una muestra de cómo la solidaridad y la colaboración pueden devolver esperanza a quienes más lo necesitan.