Un hombre, quien ya tenía antecedentes por violencia familiar, fue condenado por hostigar en reiteradas ocasiones a su ex esposa, con quien tiene 3 hijos. El hombre en todo momento amenazaba por teléfono a la víctima, diciéndole que le iba a secuestrar a uno de los niños, para que ella volviera con él.
Las amenazas subieron de tono y llegó a decirle que iba a atentar contra su vida y que se iba a vengar de ella. Incluso estando en prisión el ahora condenado hostigaba a la mujer, a través de mensajes de WhatsApp y llamadas.
Uno de los mensajes presentado en juicio dice: “Demasiado quiero que ya llegue la fecha en que mi palabras sea hecha realidad.... falta poco... Volví más fuerte que nunca, para arrancar las cabezas de mis enemigos... y vos pelotuda, no sé cómo decirte que el hecho de no dejarme ver a mis bebes, me la vas a pagar y con el precio más alto. Ya verás que todo lo que te dije se hizo realidad” (sic).
El hombre luego de salir de la cárcel por una condena que tenía, se fue hasta el trabajo de su ex, uniformado de guardia, queriendo entregarle una caja a la ahora víctima, pero no lo dejaron pasar.
SE COMPROBÓ. El Tribunal integrado por los jueces Juan Pablo Mendoza, Laura Ocampos y Cándida Fleitas dictó la pena. El presidente del Tribunal explicó que quedó comprobado el hecho con la extracción de datos telefónicos y los informes de datos de telefonías. También con la declaración de los compañeros de trabajo de la mujer, y el relató de la víctima sobre las amenazas que recibía, con lo que quedó demostrado el historial de amenazas.
“No se encontró estrés postraumático, pero nosotros sí encontramos la descripción de violencia familiar en la versión del año 2014, modalidad de ejecución y violencia sicológica, en la ley de protección de la mujer”, citó Mendoza.
Sobre la sentencia, la fiscala María Segovia Cabrera destacó que esta condena es un importante precedente en la lucha contra la violencia hacia la mujer, ya que muchas mujeres reciben amenazas a través de WhatsApp y no denuncian porque creen que es “vyrorei”, pero es una conducta penada, sostuvo.
Además, resaltó que es la primera condena por violencia sicológica realizada por medios telemáticos de la Unidad Especializada.