23 dic. 2024

Primeros 100 días de gestión agitados para Lula da Silva

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cumple hoy 100 días en el poder, en el inicio de gobierno más turbulento de la historia reciente del país, debido a la intentona golpista perpetrada por militantes de extrema derecha.

La irrupción violenta de la turba de bolsonaristas el 8 de enero no solo causó cuantiosos destrozos en las sedes de los tres poderes de la República, sino que forzó al nuevo Gobierno, una semana después de asumir el poder, a cambiar sus prioridades para concentrar sus esfuerzos en disipar posibles nuevas amenazas a la democracia.

Lula tuvo que dedicar varias semanas a prestar toda su atención a la cúpula de las Fuerzas Armadas y de otros cuerpos de seguridad, para empeñarse en “despolitizar” los cuadros de mando.

Relevó a algunos comandantes demasiado cercanos a su antecesor Jair Bolsonaro.

PROGRAMAS SOCIALES. La incipiente desbolsonarización de las instituciones, un proceso que todavía se puede alargar, ha ido a la par con la “obsesión” de Lula –según sus propias palabras– por retomar las políticas sociales que en el pasado tuvieron un impacto en la reducción de la pobreza y que fueron enterrados por Jair Bolsonaro.

Entre otros, recuperó el Bolsa Familia, el principal programa de subsidios a los pobres, o el programa de viviendas populares Mi Casa Mi Vida. También impregnó su gestión de gestos a los grupos sociales más maltratados por la extrema derecha.

POLÍTICA EXTERIOR. Otro de los grandes volantazos de Lula se ha producido en política exterior, en la que ha tenido una agenda frenética, en contraste con el aislamiento de su predecesor.

En estos 100 días viajó a Argentina, para la cumbre de la Celac; a Uruguay y Estados Unidos, y por enfermedad tuvo que aplazar un viaje a China y Emiratos Árabes Unidos, que hará la semana próxima.

También ha reactivado las relaciones con Venezuela, suspendidas por Bolsonaro, y se ha reintegrado a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Gran parte de la política externa de Lula se ha centrado en volver a potenciar acuerdos internacionales orientados a la protección de la selva amazónica.

ECONOMÍA. Lula ha adelantado que a partir de ahora su atención se centrará de lleno en la economía, un sector que de momento le ha generado solo dolores de cabeza.

Constantes han sido los roces del Gobierno con el Banco Central, a cuentas del elevado nivel de las tasas de interés (13,75%), que han tenido éxito en frenar la inflación, pero que como efecto colateral han frenado el crecimiento y el mercado de trabajo.

Pero el ente emisor, que cuenta con autonomía plena, de momento no ha cedido a las presiones constantes que han partido del propio Lula, y se ha negado a moderar los tipos por los temores a un eventual descontrol de precios.


Viaje a China
Luego de postergar su visita oficial a China por una neumonía, el presidente Lula da Silva viajará este martes a Pekín en busca de retomar el protagonismo internacional de Brasil y discutir propuestas de paz en Ucrania. Lula se reunirá el viernes 14 en Pekín con su homólogo Xi Jinping, con quien “hablará de la guerra en Ucrania”, adelantó el canciller Mauro Vieira. AFP


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