Según una ley en vigor desde 1983, las mujeres, iraníes y extranjeras y sea cual sea su religión, deben salir a la calle con la cabeza cubierta por un velo y el cuerpo cubierto por vestimenta amplia y que cubra sus formas.
Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida el 13 de septiembre por la temida policía de la moral iraní. La joven fue declarada muerta después de pasar tres días en coma tras su detención.
La Unión del Pueblo de Irán Islámico, partido formado por cercanos al expresidente reformista Mohammad Jatami (1997-2005), ha “exigido” a las autoridades que “preparen los elementos jurídicos que abran la vía a la anulación de la ley sobre el hiyab obligatorio”, según un comunicado publicado este sábado.
La formación también reclamó “oficialmente el fin de las actividades de la policía de la moral” y “autorizar las manifestaciones pacíficas”.
El partido llamó, asimismo, a formar una comisión de investigación “imparcial” sobre la muerte de Amini y a “liberar inmediatamente” a los cientos de detenidos en las protestas que han dejado al menos 35 muertos en todo el país, según un balance oficial.