Tras despegar, el cohete Vulcan Centaur, de United Launch Alliance (ULA), transportando el módulo lunar Peregrine, logró la separación exitosa una hora después del lanzamiento.
Pero los equipos de control en tierra no pudieron apuntar la nave espacial no tripulada de forma correcta hacia el Sol, acción necesaria para que sus paneles solares alcancen la máxima generación de energía para los sistemas de Peregrine.
“El equipo cree que la posible causa del inestable apuntamiento hacia el Sol es una anomalía de la propulsión que, de probarse, amenaza la capacidad de la nave para un aterrizaje suave sobre la Luna”, precisó Astrobotic en su cuenta de la red social X.
La empresa agregó que actualmente Peregrine está en un corte de comunicaciones esperado, y que proveería más información una vez que se restablezca el contacto.
Aunque los ingenieros encontraron una manera de lograr la dirección correcta gracias a una “maniobra improvisada”, la compañía actualizó la información luego, señalando que la falla del sistema de propulsión parecía ser la causa de una “pérdida crítica de propulsor”.
Hasta ahora, solo un puñado de agencias espaciales nacionales han logrado realizar un alunizaje suave en el satélite natural de la Tierra: La Unión Soviética fue la primera, en 1966, seguida por Estados Unidos, que sigue siendo el único país que ha llevado humanos a la Luna.
China tocó la superficie con éxito tres veces durante la última década, mientras que India fue la más reciente en lograr la hazaña en su segundo intento, el año pasado. EFE