Según el medio Agencia Pública del Brasil, el sector opositor a Lula y pro-Bolsonaro trabaja para llenar al menos la mitad de los 12 escaños de la comisión, poniendo así presión al Gobierno en medio del caso de espionaje contra Paraguay. La nueva presidencia del CCAI ya ha anunciado que investigará lo ocurrido.
“Legalmente, la CCAI puede obtener información ‘en las áreas de inteligencia, contrainteligencia y salvaguardia de asuntos confidenciales’ del sector público brasileño. Si los organismos o sus responsables se niegan a facilitar información, la comisión puede acusarlos de ‘cometer un delito de responsabilidad’, lo que también implica tener poder político”, reza parte del artículo publicado por el citado medio de comunicación.
El movimiento para que la oposición tome el control del comité involucra principalmente a la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa Nacional de la Cámara (CREDN). Tanto la CCAI como la CREDN están presididas por el diputado Filipe Barros (PL-PR), que es opositor al gobierno de Lula.