La intención del hombre, de nacionalidad alemana, era dar una conferencia telemática desde la Penitenciaría Regional de Villarrica, donde está recluido, pero como no obtuvo el permiso, entonces escribió una carta que su abogado leyó.
En la misiva aseguró que siempre tuvo una buena relación con la niña desaparecida. En ese sentido, negó haber incurrido en el secuestro, asesinato o abuso de la misma. Alegó que desconoce su paradero ya que al momento de la desaparición, él no se encontraba en el lugar.
Además, el sospechoso afirmó que no se considera el padrastro de la niña al no poseer derechos sobre la misma.
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Por otro lado, aseveró que en su vida vio algún material de pornografía infantil. Asimismo, cuestionó a la Fiscalía por la acusación en su contra. También mencionó su negativa a la extracción de sangre. Justificó diciendo que estaban en su derecho de negarse a dar una prueba que se usaría en su contra.
La niña desapareció en abril del 2020 en Emboscada, Departamento de Cordillera. En un primer momento la Fiscalía imputó por violación del deber del cuidado y abandono a ambos, pero luego la carpeta se amplió contra el hombre por pornografía infantil.
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El afectado sostuvo que anteriormente no hablaba con la prensa o investigadores porque confiaba en la Justicia, pero fue una decepción. La carta fue leída en Asunción por su abogado, Max Narváez.
También criticó al padre biológico de la niña ya que desde que se supo de la desaparición, no estuvo por el país para la búsqueda. Se preguntó, inclusive, por qué si hay otras desapariciones, su caso es el más sonado.