Nilda Gavilán, quien cultivó frutillas durante los últimos siete años, reporta una dramática reducción en las cosechas, pasando de 6.000 plantines en años anteriores a solo 600 actualmente. Atribuye esta disminución a la prolongada sequía en Concepción.
Gavilán, propietaria de una finca sin sistema de goteo ni media sombra, destaca la necesidad urgente de implementar tecnología de riego para mejorar la producción.
“Se puede lograr una mejor producción, pero necesitamos inversiones en tecnología, especialmente en sistemas de regadío, lo cual representa un costo elevado para nuestra familia”, explicó.
A diferencia de zonas como Areguá en el Departamento Central, donde la frutilla es un rubro establecido con un mercado asegurado en todo el país, en Concepción muchos horticultores como Nilda trabajan de manera artesanal, sin el apoyo necesario de las autoridades para mejorar sus técnicas de cultivo y aumentar su rendimiento.
Esta situación pone en relieve los desafíos que enfrentan los productores locales en la búsqueda de tecnología accesible y el apoyo gubernamental necesario para fortalecer la agricultura en la región.