Cerca de un centenar de productores de papa y cebolla marcharon ayer por el microcentro de Asunción en reclamo de una reunión con el presidente, Mario Abdo, para conversar sobre el impacto del contrabando y los cambios que propone el sector.
El grupo proveniente de varias zonas hortícolas de Guairá, Paraguarí y Caaguazú se instaló en la Plaza de Armas, desde donde marchó hacia el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Si bien había anunciado que llevaría su producción para lanzarla a la calle como símbolo de la pérdida que ocasiona el contrabando a las familias campesinas, los manifestantes desistieron de esa medida y portaron sus carteles durante las protestas.
El dirigente Victorio Núñez comentó que después de varias horas de espera y presión, fueron recibidos por el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni, y el ministro coordinador de la Unidad Interinstitucional Anticontrabando, Emilio Fuster, quien les expuso los operativos que se realizaron en la última semana en la frontera y los comercios, pero que no convencen a los productores, quienes siguen sin colocar sus mercaderías en los centros de venta.
CUARTO INTERMEDIO. Sin embargo, aceptaron la reunión convocada para hoy, a las 8:00, en el Palacio de Gobierno, donde asistirán autoridades de otras instituciones encargadas del control de mercaderías desde exterior, entre ellas la Marina, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas y la Dirección de Aduanas. Aún no se confirmó la presencia de Mario Abdo en el encuentro.
En el marco de este cuarto intermedio, la mayoría de los horticultores regresaron a sus comunidades, mientras que los dirigentes permanecerán en la ciudad en busca de acuerdos. Núñez advirtió que está firme la intención de pedir la destitución de varias autoridades. “Cómo vamos a volver a trabajar con ellos si no cumplen con su tarea”, refirió respecto al ingreso masivo de productos de contrabando. Tampoco descartó que más agricultores vuelvan a Asunción si no ven resultados.
Debido a este flagelo, bolsas de papa y cebolla se pudren en las fincas, donde las familias carecen de infraestructura para protegerlas del clima. Solo en una asociación de Ybytymí, Departamento de Paraguarí, hay alrededor de 30.000 bolsas de productos que esperan a los compradores a la intemperie.