Para la Federación Nacional Campesina (FNC), está bien que el Gobierno entregue insumos agrícolas, pero recuerda que el problema se presenta cuando los productores no encuentran precios justos en el mercado, que a su vez significa que sus ingresos no alcanzarán para pagar sus deudas y mucho menos para invertir en un cultivo tecnificado.
En la misma línea, Ester Leiva, representante de la Coordinadora Nacional Intersectorial, que aglutina a otras siete organizaciones de productores, dijo que una “huertita” puede complementar un plan nacional, pero no es suficiente para la recuperación de la soberanía alimentaria. Apunta a la reforma agraria integral, que además del derecho a la tierra, incluye acompañamiento técnico, diversificación e industrialización de la producción.
Comentó que de las 55.000 familias que integran esta coordinadora, 13.000 están en condiciones críticas de supervivencia.
Máximo González, del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay, también mencionó que los agricultores necesitan infraestructura y semillas híbridas para poder sostener el cultivo durante todo el año. Calificó como una “solución ficticia” el proyecto del MAG y explicó que la institución tiene tiempo hasta agosto para elaborar un plan real en conjunto con los pequeños productores.
Solidaridad. La FNC donó ayer kits de alimentos a más de 170 familias del asentamiento San Blas, de la ciudad de Itá, donde aún no llegó la asistencia estatal para pobladores afectados por la pandemia. Las bolsas tienen mandioca, tomate, poroto, zapallo, cebolla, verdeos, así como productos no perecederos.